Un hombre de 30 años fue asesinado de un balazo en la cabeza tras una discusión en una fiesta en la localidad bonaerense de Tapiales, en el partido de La Matanza.
Por el crimen, la Policía busca a dos sospechosos, hermanos ellos, que se encuentran prófugos. “Te moriste, perro”, fue lo último que se escuchó antes del disparo mortal.
El violento episodio ocurrió en la madrugada del domingo pasado, cuando Henry Dávila, alias “Chuky”, fue a una fiesta junto a dos amigos de 18 y 19 años.
La cita era a metros de la Plaza Tapiales, y allí se encontró con un viejo amigo suyo: B.C.. Amigo sería una forma de decir, ya que la víctima había tenido algunos problemas vinculados a su pareja, y una semana atrás le había tiroteado la casa.
Al parecer, Dávila, de nacionalidad peruano, estaba celoso de B.C.. Entonces, comenzaron a pelearse.
Sin embargo, en la fiesta, la situación no llegó a mayores: simplemente fue un intercambio de insultos.
Pero, una vez que salieron del evento, B.C., junto a su hermano, J.C., comenzaron a seguir a “Chuky” a bordo de un Volkswagen Gol. Dávila viajaba en un Fiat Palio con los dos amigos con lo que había ido a la fiesta.
Los grupos se cruzaron en la esquina de Los Nogales y Camino de la Virgen. Allí, los hermanos increparon a “Chuky” para que bajara del auto.
Cuando Dávila salió del Fiat Palio, B.C. tomó una pistola y le pegó un tiro en la cabeza: “Te moriste, perro”, soltó. Luego, los hermanos escaparon a toda velocidad a bordo del Volkswagen Gol.
La investigación por el crimen de Dávila quedó a cargo del fiscal Gastón Dulplaá, titular de UFI Temática Homicidios de La Matanza, quien calificó la causa como homicidio agravado por el uso de arma de fuego, y emitió un pedido de captura para los hermanos, que por estas horas se encuentran prófugos.
Lo cierto es que, de acuerdo a la información brindada por fuentes del caso, el conflicto entre Dávila y B.C. en realidad comenzó una semana antes del crimen. “Chuky” le había tiroteado la casa a B.C por los celos hacia su pareja.
Tras el tiroteo, ambos se volvieron a cruzar en la fiesta y allí la combinación de hechos terminó en otro violento episodio ocurrido en el conurbano bonaerense.
De este modo, el nuevo crimen engrosa una lista de hechos violentos, en torno a una tendencia que aumentó primero en los tiempos del confinamiento por la pandemia y que compite ahora en la estadística, en algunos distritos, con los homicidios de la inseguridad y el crimen organizado: agresiones y asesinatos violentos motivados por disputas barriales o conflictos personales que terminan de la peor manera.
“La gente está violenta e intolerante. Sale a matarse por nada”, decía un fiscal del conurbano a Infobae hace poco más de un año, cuando los casos empezaban a apilarse.