En LAM, Pepe Ochoa mostró pruebas que de que Lucas, pareja de la participante del reality show de Telefe, habría estado con otra persona.
Tras la noticia que sacudió a los seguidores de Gran Hermano, en LAM mostraron el video y los chats que darían por confirmado que el esposo de Sandra Priore, participante del reality show, le habría sido infiel con una dama de compañía, también conocida vulgarmente como «escort».
Ángel de Brito sacó a la luz que Lucas, el esposo de la pescadora de La Plata, habría estado con otra mujer y en el programa de América mostraron las pruebas. «Lucas conoció a su nueva pareja a través de una aplicación. Ella es una dama de compañía. Hay pruebas: un video mostrando a Lucas entrando a la casa de Delfina, la mujer con la que estaría involucrado», manifestó Pepe Ochoa.
Durante la emisión de este viernes y mientras se podía ver al aire el video donde Lucas entró a la casa de la mujer, Ochoa, agregó: «Ella es una dama de compañía, ella es escort. Es Delfina, su nueva amante, su nuevo vínculo». «Qué turra Delfina, cómo lo graba al hombre», expresó Yanina Latorre. «Lo prendió fuego», comentó Ángel de Brito. «A nada de viuda negra», metió de bocadillo Julieta Argenta.
Laura Ubfal sorprendió al asegurar: «Hablo todos los días con él, en el streaming. Va siempre a la tribuna», comentó la periodista, como dando a entender que sería imposible que le fuera infiel a la jugadora. Yanina Latorre reaccionó con contundencia: «Qué atrevido… y ella qué turra».
En este sentido, Ochoa mostró un chat en el que Lucas, usando una foto en la que aparece junto a Sandra en su perfil, se presenta ante la mujer. En el mensaje, le comenta que había visto su anuncio en los sitios Skokka y Anthoo y le propone una cita.
La respuesta de la mujer fue directa: «Te cuento, el servicio que brindo es onda novia, amantes, soy súper mimosa y copada. Doy besos, bucal sin depende la higiene (SIC). Tengo mi depto propio».
Seguidamente, revelaron otro chat donde se evidencia que se concretó el encuentro entre ambos: «Estoy a dos cuadras, ¿me pasás el número? Ya estoy en la esquina», escribía el esposo de Sandra. Y la mujer le respondía: «Ok, al lado de la panadería. Subí amor, es la puerta blanca».
