La organización H.I.J.O.S señalará la casa del exrepresor, quien goza de prisión domiciliaria, pero “incumple con la medida”, según algunos testigos. “Se lo puede ver circulando libremente por la ciudad”, aseguran desde la agrupación de Derechos Humanos.
H.I.J.O.S. Regional Chaco convoca a vecinas y vecinos a participar del escrache a Eduardo Wischnivestky, represor condenado a 18 años de prisión por secuestros y torturas durante la dictadura cívico-militar; este jueves 16 de septiembre, a las 10, en la Ex Comisaría 1° de Sáenz Peña. El lugar que funciono como Centro Clandestino de Detención junto con la Alcaidia, todo dentro del área conocida como “la Manzana Policial”, desde allí se marchara hasta la casa del genocida ubicada en Rivadavia 744.
Desde la organización declararon que “vamos a señalar la casa de este genocida que viola sistemáticamente el beneficio de prisión domiciliaria, se lo puede ver circulando libremente por la ciudad”, por otro lado ante esta situación indican “Un compañero pudo filmarlo en la calle, este material fue presentado a la Justicia Federal para que se le revoque el beneficio, estamos a la espera de la decisión del Tribunal” a su vez expresan “el poder judicial es extremadamente benigno con los genocidas, ante cada pedido de beneficio responden de manera positiva, sin medir el inmenso impacto que genera en las víctimas ver a sus torturados en la calle circulando libremente”.
Escraches
El escrache nace en Argentina como una novedosa herramienta política de denuncia y propuesta de acción, instaurada por la agrupación H.I.J.O.S. a partir de 1996, un año después del surgimiento de esa organización. Hace referencia al señalamiento de los implicados en violaciones a los derechos humanos durantne la última dictadura militar, quienes gozaban no sólo del anonimato, sino de libertades y derechos ciudadanos bajo el amparo de la impunidad.
Aparece como consecuencia de la impunidad, en un intento de romper con el olvido y el silencio. Lo que se intenta es buscar la condena social para lograr la justicia. En la actualidad con las condenas a firmes se utiliza esta herramienta para señalar a los genocidas que son beneficiados en base a artilugios legales para escapar del cumplimiento efectivo de su condena.