El Gobierno estableció nuevos plazos para la presentación de planes de inversión y adecuación de los frigoríficos al sistema de troceo de la carne vacuna para su comercialización en el mercado interno, a través de la resolución conjunta 2/2022 de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura.
La misma indicó que los frigoríficos deberán presentar con anterioridad al 1 de mayo próximo, el plan de inversión y adecuación de las instalaciones; y con anterioridad al 1 de noviembre de este año, haberlo ejecutado y puesto en marcha.
Además determinó que los establecimientos frigoríficos que requieran asistencia financiera a través de las líneas de crédito con tasas bonificadas instrumentadas por parte del Gobierno o a través de herramientas de asistencia financieras provinciales que cuenten con aportes económicos de Agricultura, deberán cumplir con los requisitos y procedimientos aplicables.
La normativa destacó que en diciembre último se establecieron diferentes plazos para la presentación de planes de inversión y adecuación de los frigoríficos, así como para su ejecución en función del tipo de habilitación de dichos establecimientos.
En el marco del Consejo Federal Agropecuario, las cámaras representantes de la industria frigorífica y los matarifes abastecedores expresaron la necesidad de unificar los plazos para toda la industria frigorífica sin distinción de régimen de habilitación.
En el mismo Consejo se acordó entonces la conveniencia de unificar los plazos en nueve meses a partir de la puesta a disposición de las líneas de asistencia financiera para la adecuación de la industria frigorífica.
Desde el 1 de febrero último se abrieron líneas de asistencia financiera para la adecuación de la industria frigorífica en el marco del Plan de Ganadería Argentina 2022-2023 (Plan GanAr) de Agricultura.
En abril de 2021 se estableció que las salidas de carnes de los establecimientos de todo el país, destinadas a comercio minorista, sólo podrán hacerse en unidades resultantes del fraccionamiento de las medias reses en trozos cuyos pesos individuales no superarán los 32 kilogramos.
Además, se determinó que la forma de fraccionar las medias reses debe contemplar los cortes tradicionales, respetando la integridad anatómica de las piezas cárnicas, con la finalidad de mantener su valor monetario al momento de su comercialización en la carnicería, evitando afectar zonas donde se encuentran cortes apreciados por los consumidores.