El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS) informó que Estados Unidos se encuentra atravesando una ola de calor «extremadamente peligrosa». El organismo indicó en su último reporte que en ciudades del oeste y sur del país, la temperatura alcanzó los 47 grados centígrados afectando a más de 90 millones de personas.
«Se espera que una ola de calor abrumadora y extremadamente peligrosa azote el oeste este fin de semana, así como partes del sur», pronosticó NWS según indicó la agencia de noticias AFP.
Además añadió: «Es probable que se registren varios récords de temperatura, y los problemas de calidad del aire serán habituales en varias regiones de Estados Unidos». Incluso, advierte que estas condiciones climáticas «permanecerán estacionarias sobre las regiones afectadas durante los próximos días».
Entre las ciudades donde rige la alerta de calor se encuentra Phoenix, capital de Arizona, donde la temperatura alcanzó 47 °C a última hora de la tarde, en lo que iba a ser el décimo sexto día consecutivo de máximas por encima de 43 °C.
Parte de ese estado, ubicado en suroeste de Estados Unidos, se encuentra bajo nivel de alerta «magenta», un «nivel de calor extremo raro y/o de larga duración» que representa el nivel más alto del NWS.
As of 6pm ET this evening, the widespread and extensive nature of excessive heat warnings and heat advisories cover over 100 million people. This weekend the sweltering and dangerous heat will remain in the forecast, especially across much of the West. Practice heat safety! pic.twitter.com/a26ZBjKQ93— National Weather Service (@NWS) July 14, 2023
Tal es el calor registrado, que según el especialista climatólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, Daniel Swain, el nivel del mercurio en el Valle de la Muerte podría igualar o incluso superar la temperatura del aire más alta jamás registrada de forma fiable en la Tierra, es decir, 54,4 °C registrados en el mismo lugar en 2020 y 2021.
Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estadounidense remarcó que «las olas de calor se están produciendo con más frecuencia que nunca en las principales ciudades de Estados Unidos».
«Su frecuencia ha aumentado de forma constante, pasando de una media de dos olas de calor al año en la década de 1960 a seis al año en las décadas de 2010 y 2020», precisaron.