El Departamento de Estado de EE.UU. sospecha que estos «actos malignos” son ejecutados a través del canal ruso RT y sus filiales.
El Departamento de Estado de Estados Unidos acusó este viernes a Rusia de llevar a cabo operaciones encubiertas destinadas a desestabilizar al gobierno de Argentina y aumentar las tensiones entre el país sudamericano y sus vecinos. Según el comunicado, estos actos “malignos” serían ejecutados a través del canal ruso RTy sus filiales, utilizando tácticas encubiertas para influir en la región.
El líder libertario, se sabe, es un durísimo crítico del presidente ruso Vladimir Putin, al que califica de «asesino» y han sido varias las fotos en estos meses de gestión que el mandatario argentino hizo con el líder ucraniano Volodímir Zelenski.
Según el informe, Washington cree que estas acciones «malignas» se realizan a través del medio ruso y sus filiales. En línea con esta acusación, EE.UU. sancionó nuevamente a varios medios estatales rusos, esta vez acusándolos de participar en la recaudación de fondos para armamento y logística de las tropas rusas en Ucrania.
Qué dice el informe de Estados Unidos sobre el intento de Rusia de desestabilizar a Javier Milei
«Rusia participa en operaciones destinadas a desestabilizar al gobierno de Argentina», afirmó el Departamento de Estado, y apuntó a RT como uno de los principales actores en estas maniobras.
Desde su llegada a la presidencia, Milei expresó continuamente su apoyo al mandatario Volodímir Zelenski, en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania. Durante el encuentro internacional de la Plataforma Crimea, el presidente ucraniano dijo estar «muy agradecido» con el libertario, a quien definió como un líder de uno de los países más importantes de América Latina.
El comunicado de EE.UU. también detalló que el canal ruso desempeñó un rol clave en influencias encubiertas en otras partes del mundo, mencionando como ejemplos a las plataformas African Stream y Red, esta última con sede en Berlín.
El documento, además, sostiene que RT utilizó sus recursos estatales para “contratar y financiar a influencers en redes sociales” con el fin de difundir contenido favorable a los intereses de Moscú. Además, acusa a los empleados del canal de utilizar tácticas de espionaje y empresas pantalla para ocultar su implicación en actividades secretas que buscan influir en los escenarios políticos de varios países, entre ellos Argentina.