El exsenador compartió el momento de gran felicidad y orgullo que vive su familia.
Esteban Bullrich decidió compartir con sus seguidores un momento familiar lleno de emoción y orgullo. A través de su cuenta oficial de Instagram, el exsenador publicó una foto especial con la que celebró que su hija mayor, Luz, logró graduarse como maestra de nivel inicial y con honores.
“Mi hija Luz se graduó con honores y hoy la acompañamos a la ceremonia de entrega de diplomas. ¡¡Felicitaciones!! ¡¡Qué maestra!!”, escribió el político en una publicación en la que se lo ve junto a su esposa, María Eugenia Sequeiros y la recién graduada.
Luz Bullrich, que terminó su carrera en diciembre de 2023, recibió el título oficial el miércoles de esta semana con un reconocimiento especial por su desempeño académico y estuvo acompañada por su familia.
Ante semejante evento familiar, Esteban Bullrich no dudó en compartir a través de sus redes sociales el gran momento de su hija mayor.
El gesto del expolítico para con sus seguidores se llenó de comentarios alentadores y la publicación recibió miles de “likes» en su perfil de Instagram: «Qué testimonio dan de amor, unión, fortaleza. Son admirables», «¡¡Felicitaciones para Luz!! Y para vos y tu esposa también Esteban, van cosechando su siembra», «Un orgullo, felicidades miles», fueron algunos de mensajes que dejaron los usuarios.
En tanto, Margarita, otra de las hijas del expolítico, también sorprendió en el pasado y llenó de orgullo a la familia cuando en 2022 se presentó en la audición a ciegas de La Voz Argentina. “Esta primera audición se la dedicaría a mi papá, porque él me generó este amor por la música que tengo ahora”, señaló en el backstage.
La celebración de Luz por su parte toma un tono más especial debido a que, al igual que su padre, Luz también tuvo que batallar con un duro diagnóstico médico. A sus cortos 7 años, la joven fue diagnosticada con cáncer de útero y pudo salir adelante.
Según contó el propio Esteban Bullrich «también tuvo que estar un mes en un cuarto sin salir por un trasplante de médula» y, luego, casi un año sin salir «por la posibilidad de contraer un virus o una bacteria».