Se trata de una joven que vivió “cosas raras” con el detenido Néstor Daniel Soto, confeso autor del crimen de Catalina Gutiérrez, cuando ambos concurrían al mismo colegio.
A medida que transcurren las horas se van conociendo detalles sobre la personalidad de Néstor Daniel Aguilar Soto, quien confesó haber asesinado a Catalina Gutiérrez, la joven influencer y estudiante de arquitectura cordobesa hallada muerta en la madrugada del jueves.
Aguilar Soto, también conocido por los apodos de “Tito” o “Nuni”, tiene 21 años y es oriundo de San Carlos de Bariloche, habiéndose radicado en la provincia mediterránea hace poco más de dos años para estudiar arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), donde era compañero de estudios de su víctima.
Ahora, una excompañera del femicida declaró que fue acosada por él durante la adolescencia, cuando ambos concurrían a la misma escuela secundaria en la provincia de Río Negro, y lamentó que en su momento no fuera escuchada por nadie.
El mismo jueves, una vez que se conoció la noticia de la detención del criminal confeso, la joven publicó en X (antes Twitter) que «reiteradas veces» recurrió a los preceptores al sufrir «cosas raras» con el sospechoso.
“Reiteradas veces hablé con la preceptora por situaciones raras de él. Nunca me escucharon. Tenía que matar a una chica para que se dieran cuenta. Qué horror todo”, sostuvo la chica en una publicación que luego eliminó.
En declaraciones televisivas, relató una experiencia durante un campamento: “Me insistió varias veces cuando le dije que no y lo tuve que empujar para que se alejara de mí… Después de eso empezó a tener más contacto conmigo en el aula, pero yo era bastante cortante con él por lo que había pasado”, añadió.
Le contó el hecho a una preceptora pero las autoridades escolares nunca atendieron sus reclamos. “Lo que pasé en el secundario me llevó a pasar una depresión muy triste hace meses. Esto se podría haber evitado si me hubieran escuchado en su momento, pero no lo hicieron”, aseguró la excompañera del acusado de matar a Catalina.