Otros cinco sospechosos fueron absueltos porque no habían sido acusados por el fiscal.
Tres hombres fueron condenados este jueves a prisión perpetua por el femicidio de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada y con signos de haber sido asfixiada debajo de unos escombros en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.
El fallo del Tribunal Oral en lo criminal (TOC) 3 de San Martín recayó sobre Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo, para quienes también se ordenó su inmediata detención.
Según el veredicto que se leyó esta tarde, y que fue acompañado por la emoción del público, los tres fueron considerados coautores del «homicidio agravado por mediar violencia de género» en perjuicio de Araceli.
En tanto, no fueron acusados Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, que debido a esto fueron absueltos.
La audiencia comenzó a las 16.30, en los tribunales situados en avenida Ricardo Balbín 1753, de San Martín, donde minutos antes del inicio de la misma, la madre de la víctima, Mónica Ferreyra, repartió globos violetas.
La mujer estuvo acompañada de unas cien personas, entre ellas, familiares de otras víctimas, como Daiana Ojeda y Chiara Rodríguez, asesinadas en julio de 2019 y septiembre de este año, respectivamente; ambas también en José León Suárez.
«Estoy muy triste», dijo a Télam la madre de Araceli, justo antes de ingresar al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3, en el que también estuvieron presentes funcionarios del Ministerio de la Mujer de la Nación.
En tanto, en la puerta de los tribunales se montó un operativo se seguridad con personal policial con chalecos refractarios que formaron un cordón humano por delante de los manifestantes que exclamaban «¡Araceli presente! ¡Ahora y siempre!».
A su vez, los familiares de Araceli que ingresaron al recinto lucieron una remera con la inscripción «Vamos negrita» y la cara de la víctima.
También estuvo presente Gabriel Katopodis, actual ministro de Obras Públicas de la Nación y quien fuera intendente de San Martín al momento del crimen de Araceli.
Justo antes de la lectura del veredicto, los imputados pidieron no estar presentes en el recinto y así lo hicieron a pesar de que el tribunal les aseguró que las medidas de seguridad estaban dadas.
Y cuando se leyó el veredicto, la madre de Araceli, sentada en primera fila, rompió en llanto, al tiempo que el público aplaudió y exclamó «¡Vamos Araceli!» y «Grande Negra!».
«Los amo hijos. Se hizo justicia», expresó Mónica con la voz entrecortada y respecto de los ahora condenados señaló: «Son unos cobardes que no quisieron dar la cara».
«Esto es para todas ustedes. En cada chica que vea en la calle voy a ver a mi hija. Gracias a todos», añadió la mujer y, al retirarse de los tribunales, besó la foto de su hija pegada en la pared delantera del edificio y soltó los globos violetas hacia el cielo.
La pena impuesta por el tribunal coincidió con lo que habían solicitado en sus respectivos alegatos tanto la fiscal de juicio, Mariana Piwarczuk; como el abogado representante de particular damnificado, Diego Szpigiel.
El debate se extendió por 53 días, a lo largo de los cuales declararon casi 300 testigos en 14 audiencias en las que se intentó reconstruir minuciosamente el recorrido de Araceli y de los imputados durante la noche del hecho.
En principio, todos los acusados llegaron libres al debate oral, pero a raíz de una serie de amenazas hacia familiares de Araceli y testigos, dos de ellos fueron detenidos.
Por un lado, Casalz fue arrestado el 12 de septiembre cuando fue a votar en las últimas PASO por las elecciones legislativas, acusado de amenazar a un testigo y a la madre de Araceli, a quien le mandó un video de nueve segundos con una ametralladora diciendo «hay bala para toda la familia».
En tanto, Cabañas fue detenido dos días después, luego de que intentó ingresar a la segunda audiencia del juicio oral con un arma blanca.
Ante esa situación, el juez Martín Klobovs los procesó con prisión preventiva hasta que se dé a conocer la sentencia.
Araceli (22), fue hallada muerta el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros, en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: «Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa».
Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
La autopsia determinó que la joven murió por «asfixia mecánica» por «estrangulamiento a lazo» con un elemento compatible con precintos plásticos.