A un mes del femicidio de Catalina Gutiérrez en Córdoba su padre, Marcelo, arremetió contra el joven que confesó el crimen y es el único detenido hasta ahora.
Néstor Soto quedó detenido con prisión preventiva tras confesar ser el autor del femicidio de Catalina Gutiérrez, la estudiante de arquitectura cuyo cuerpo fue hallado el 18 de julio pasado en el interior de un auto en la ciudad de Córdoba. Esta semana el padre de la víctima pidió que el joven «que sufra el doble» de lo que está pasando su familia.
«Quiero que sufra el doble de lo que estamos sufriendo nosotros. Ni un animal es capaz de hacer algo así. Después de cometer semejante hecho horroroso, ir a abrazar a la madre de una persona que vos mataste, queriendo engañar a todos», expresó Marcelo Gutiérrez en una entrevista reproducida por el sitio El Doce de Córdoba.
A propósito del primer mes desde el femicidio de su hija de 21 años, Marcelo Gutiérrez mostró su tatuaje en honor a la joven y, acompañado por su hija Lucía, contó cómo intenta salir adelante la familia, ahora con tres integrantes.
«Se hace muy difícil el día a día», comentó el hombre al describir: «es como que una mitad de mi cuerpo ya no está. Tratamos de ponerle lo mejor, todas las ganas por mi hija Lucía y por Eleonora, por esta familia».
«Sé que está conmigo, la siento conmigo y eso me da un poco de tranquilidad pero es muy duro», expresó por su parte Lucía, que también usa Instagram para hacer catársis tras el femicidio de su hermana, a quien consideró su «mejor amiga».
Marcelo Gutiérrez insistió en que «esto no quede en el olvido por como era Catalina», y por eso pidió «que la persona que lo hizo pague» en referencia a Néstor Soto, de 21 años, que ya le confesó al fiscal José Mana que él asesinó a su compañera de facultad.
«Un mes sin tener a nuestra hija. Todo ese futuro. No lo podemos creer. Estamos destruidos, tratando de salir adelante. Queremos estar con ella, que tiene toda una vida por delante, estamos fuertes los tres porque es la única manera de salir adelante. Llegamos a casa y antes éramos cuatro, ahora somos tres», agregó Marcelo por su parte.
El crimen de Catalina Gutiérrez
La joven de 21 años estudiaba arquitectura para seguir los pasos de su padre. La joven vivía con su familia en el barrio Inaudi de la capital de Córdoba, y aquel 17 de julio a la noche le pidió prestado el auto a su mamá para recoger a un compañero de facultad, Néstor Soto, y luego ir junto a una reunión social.
Pero unas horas más tarde Eleonora, la madre de Catalina Gutiérrez, notó a través de una aplicación del celular que su hija quedó «fija» en un punto de la ciudad, cerca de la casa de Soto. La familia de Catalina intentó comunicarse con ella pero sin éxito.
Recién a las 23.12, el acusado del asesinato de Catalina habló por teléfono con Eleonora, la mamá de Catalina, para decirle que su hija estaba en su casa. Pero ese llamado era un engaño: ocho minutos antes había abandonado el cuerpo de la joven adentro de su auto y había intentado incendiar el vehículo para borrar la evidencia del femicidio.