Femicidio en Saladillo: el asesino estaría armado y sigue prófugo

La fiscal Patricia Hortel dio detalles sobre la búsqueda de Renzo Eduardo Chidichimo, quien asesinó a balazos a su compañera de trabajo, Rocío Magalí González.

Una joven de 25 años fue asesinada a balazos por un compañero de trabajo al que había denunciado por acoso y maltrato. El femicida le disparó al menos siete veces y escapó.

El hecho ocurrió el jueves pasado en el local donde trabajaban la víctima y el femicida, ubicado en Frocham 2832. Allí, Renzo Eduardo Chidichimo, de 25 años, ingresó al lugar fuera de su horario laboral y disparó al menos siete veces contra Rocío Magalí González, también de 25.

La víctima murió en el sanatorio local a raíz de las heridas que le produjeron los disparos recibidos.

El femicidio es investigado por la fiscal Patricia Hortel, encargada de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Saladillo

“En todo momento se supo quién era, el caso lo tuvimos esclarecido el primer día, tomamos intervención inmediatamente y a las 21 del día 1 de junio estaba presentada la requisitoria de detención”, informó Hortel a C5N.

“En ningún momento dejamos de buscarlo”, sostuvo con firmeza la fiscal y detalló el procedimiento: “Esta persona, después de cometer el hecho, se dio a la fuga. Se hizo un registro en la casa, se encontraron elementos relevantes para la investigación. Se continuó buscándolo con las cámaras de la seguridad de la municipalidad de Saladillo por los lugares que interpretamos nosotros por los lugares que sospechamos, se podría haber dado a la fuga”.

“Vamos detrás de su rastro”, confirmó la fiscal y justificó: “La moto apareció tirada. Hablando por paisanos, porque fue en zona rural, vamos hilvanando su recorrido, pero por el momento no dimos con él”.

Además, informó que desde la justica “Interpretamos que se está moviendo a dedo”.

“Su foto fue repartida a las localidades aledañas a Saladillo”, sostuvo. Sin embargo, aclaró que la imagen de la cámara de seguridad del local donde fue asesinada González “es la única imagen” que tienen del femicida.

Aclaró entonces que “no solo se retrasmitió la imagen en foto sino también electrónicamente. En ningún momento cesó la búsqueda. Se trajeron perros rastreadores para buscarlo. Hay extensiones de campo, arbustos, arboles, montes, taperas, hay mil lugares donde esconderse. De hecho, la moto apareció en un zanjón. Un paisano lo levantó y lo llevó a otra localidad dentro de la zona rural”.

“Encontramos balas que son, seguramente, las mismas. Supongo que no se ha ido preparado como para profugarse. Este tipo de fugas tiene un tiempo relativamente corto porque desde el momento que está siendo buscado por policía de provincia y Ciudad de Buenos Aires”

En ese sentido, la fiscal respondió: “Presumo que está armado, porque el arma no la encontramos” .

Sobre las denuncias por maltrato, acoso y violencia, la fiscal aclaró: “Rocío comenzó a trabajar con el femicida hace un año y medio. Esta persona trabajaba años antes en ese lugar y ella comenzó a ser molestada por él e hizo una presentación civil en la Comisaría de la Mujer de Saladillo, intervino la jueza de paz y dio y notificó las ordenes de restricción”.

“Él durante un tiempo relativo las cumplió, su empleador instauró un sistema de trabajo en el cual no compartían los horarios. En mayo volvió a acosarla en la calle, ella volvió a pedir las cautelares en la justicia civil, se las reestablecieron y él fue notificado. Rocío nunca denunció a su agresor penalmente, solo pidió cautelares”, agregó, para explicar la importancia del tipo de denuncia.

Explicó entonces que “si la víctima denuncia penalmente, yo no puedo intervenir. La jueza de paz dejó en claro que iba a dar aviso a la justicia penal si había un segundo incumplimiento”.

“Yo soy mujer y tengo un equipo de profesionales donde la gran mayoría son mujeres. Tengo una hija también. Estoy totalmente compenetrada de lo que es el ‘Ni una menos’. Pero para mí, el ‘Ni una menos’ es preventivo. Es un trabajo a conciencia previo a la desgracia que me toca investigar. Una vez que yo intervengo trato por todos los medios de evitar esto, pero evitarlo tengo que tener intervención antes. El mensaje más claro es que las mujeres deben atreverse a denunciar penalmente a su agresor, no solo pedir una cautelar o una restricción”.

Aclaró que no por esto responsabiliza a Rocío sino que trata de «concientizar a todas las víctimas que, frente a estas situaciones, denuncien penalmente».

«Rocío ni siquiera tuvo tiempo de poder evaluar otra medida por los feriados», aclaró.