En general predomina el optimismo, pero el clima no es ni de cerca eufórico ya que el panorama es más que complicado en el Senado, donde no creen que el peronismo le suelte la mano a Cristina Kirchner.
Después de los dos intentos fallidos de diciembre pasado, cuando el oficialismo exhibió fugas internas y frustró el quorum para avanzar con una media sanción de la ley de Ficha Limpia, desde La Libertad Avanza y el PRO no quieren repetir la historia y afilan la calculadora para llegar cómodos con el número de votos de cara a la sesión del miércoles.
En general predomina el optimismo, pero el clima no es ni de cerca eufórico ya que son conscientes que se presenta un panorama más que complicado en el Senado, donde no creen que el peronismo le suelte la mano a Cristina Kirchner.
“Lamentablemente, el Senado va a ser la tumba de cualquier proyecto de Ficha Limpia, pero no tenemos que dejar de insistir. Muchas provincias ya avanzaron y más temprano que tarde nosotros también vamos a avanzar”, señaló a la Agencia Noticias Argentinas un diputado nacional del PRO
Sin embargo, la aprobación en Diputados sería un paso inédito ya que nunca antes un recinto del Congreso avanzó con una media sanción.
Si bien el quórum no está completamente asegurado, hay elementos para ilusionarse: en teoría, la suma incluye a los 38 diputados de LLA, 37 del PRO, 20 de la UCR, 13 de Encuentro Federal, 12 de Democracia para Siempre, ocho de Innovación Federal, seis de la Coalición Cívica, tres del MID, tres de bloque tucumano Independencia, y la mayoría de los monobloques.
La falta de compromiso de diputados oficialistas que con sus ausencias hicieron caer el quórum en diciembre pasado, infundió la sospecha en los bloques de la oposición dialoguista de un supuesto pacto espurio del Gobierno con el kirchnerismo para dejar en carrera electoral a Cristina Kirchner.
El presidente Javier Milei no ignoró los murmullos conspiranoicos y encomendó a una comisión coordinada por Alejandro Fargosi a trabajar a todo vapor en la redacción de un proyecto superador de Ficha Limpia, y así desterrar la hipótesis del pacto con el kirchnerismo..
La iniciativa recibió el impulso fundamental del ministro de Defensa, Luis Petri, y tuvo el aval de la principal portadora de la bandera de Ficha Limpia por el PRO, Silvia Lospennato, cabeza visible del primer proyecto.
El anuncio de la propuesta de Ficha Limpia de parte de Milei descomprimió el descontento que los bloques aliados venían acumulando contra el Gobierno, y de alguna manera revivió el pacto de unidad de acción parlamentaria que se había conseguido para la Ley Bases.
Si bien en Diputados Ficha Limpia tiene el camino balizado, el Senado parece ser un callejón sin salida.
Cuando asuma la camporista Stefanía Cora en reemplazado del expulsado Edgardo Kueider, la tropa peronista en la Cámara alta será de 34 representantes.
Con apenas tres votos más, el kirchnerismo podrá bloquear la ley de Ficha Limpia y proteger a su “Jefa”, a quien distintas tribus peronistas promocionan como candidata en la provincia de Buenos Aires para enfrentar a José Luis Espert.
Así pudo verse en las decenas de afiches con los que amanecieron ataviadas las paredes de las inmediaciones del Congreso: con la consigna “Cristina es presente” y la leyenda “Primero la Patria” junto al logo del Partido Justicialista que la ex mandataria preside.
Una candidatura de Cristina Kirchner le vendría como anillo al dedo a Milei para polarizar el escenario electoral y así fagocitar todo el espacio de representación no peronista que en elecciones anteriores acompañó al PRO o a la UCR.
Para el kirchnerismo, Ficha Limpia es proscriptiva y busca anular electoralmente a la principal dirigente de la oposición.
Ponen como antecedente de “lawfare” lo que ocurrió con el mandatario de Brasil, Lula Da Silva, quien por un fallo del juez Sergio Moro no pudo competir en el 2018 como candidato a presidente, y el elegido terminó siendo un segunda línea como Fernando Haddad que fue derrotado en las urnas por Jair Bolsonaro.
Después el Tribunal Supremo de Brasil revisó el fallo contra Lula y lo desestimó, pero ya era tarde y a Lula le habían coartado sus derechos políticos.
Más allá de que el pronóstico para el Senado no sea alentador, el dato político a subrayar es que el oficialismo, que se encuentra en franca minoría cuantitativa, sigue marcando el pulso parlamentario.
La semana pasada encadenó una triple victoria en el recinto, y en el caso de la reforma electoral la aprobación se logró con una holgura inesperada, especialmente por todo lo que hubo que transpirar para lograr el dictamen de mayoría.
El escenario actual describe un oficialismo en alza, que busca recrear la alianza parlamentaria con dialoguistas (después de un fin de año turbulento por los vetos a las leyes jubilatoria y universitaria), y un peronismo en baja, que salió más fragmentado y deshilachado que nunca en la última votación por la reforma electoral.