River Plate no pudo con la jerarquía del Inter de Milán y cayó por 2-0 en un partido que marcó su despedida del Mundial de Clubes. El equipo de Marcelo Gallardo, que había llegado con ilusiones renovadas, quedó condicionado desde temprano por la goleada de Monterrey sobre Urawa Red Diamonds, lo que complicaba sus chances de avanzar aún antes de salir al campo.
Desde el inicio, los italianos impusieron condiciones. Con un juego vertical y presión alta, Inter acorraló al conjunto argentino, que resistía como podía. La figura de Franco Armani fue clave para mantener el marcador en cero durante buena parte del primer tiempo. Sin embargo, todo se desmoronó cuando Lucas Martínez Quarta vio la tarjeta roja tras una infracción discutida que el VAR no perdonó. Con un hombre menos, el panorama se volvió cuesta arriba.
El primer golpe lo dio Salvatore Esposito, quien rompió el cero con una definición precisa luego de una jugada colectiva que desnudó la fragilidad defensiva de River. Con el marcador en contra y pocas respuestas futbolísticas, el Millonario intentó una reacción que nunca llegó.
Sobre el cierre del encuentro, Alessandro Bastoni sentenció la historia y para colmo de males, Gonzalo Montiel —quien había ingresado en el segundo tiempo— también se fue expulsado tras una dura entrada.
La derrota deja a River sin posibilidades en el certamen y reabre interrogantes sobre el nivel del equipo frente a los grandes desafíos internacionales. Mientras tanto, Inter de Milán avanza con paso firme en su búsqueda del título.
El Millonario, otra vez lejos de la gloria internacional.