Luego de que se confirmara que el Gobierno francés analiza «suspender funciones» en las redes sociales en el caso de originarse nuevo disturbios, este domingo se prohibió el uso privado de fuegos artificiales de cara a las celebraciones del 14 de julio, fiesta nacional, para prevenir su posible utilización en nuevos incidentes.
El decreto, publicado en el Diario Oficial, prohíbe «la venta, portación, transporte y utilización de artículos pirotécnicos de uso lúdico en el conjunto del territorio nacional».
La prohibición se justifica en «prevenir los riesgos de problemas graves al orden público en el curso de las festividades del 14 de julio», y se extenderá hasta el final de la jornada del 15.
La medida limita el uso de pirotecnia a profesionales autorizados o a las colectividades públicas, para permitir la realización de los tradicionales espectáculos pirotécnicos de la noche del 13 de julio.
Los fuegos artificiales se vienen usando de forma habitual en los últimos años en ataques contra la policía, y su uso se extendió en los recientes incidentes.
Desde el Gobierno mostraron preocupación ante la posibilidad de que las celebraciones del 14 de julio sean marco para nuevos disturbios, en la continuidad de las protestas que comenzaron tras el asesinato de un joven de 17 años, de origen argelino, en manos de la policía en la periferia de París.
En los últimos días, la policía confiscó varios cargamentos de fuegos artificiales con destino dudoso, entre ellos uno de 2,7 toneladas, que tenía como comprador a una empresa cuya dirección no coincidía con la del envío.
Pese a la prohibición, más de 2.000 personas marcharon en París contra la violencia policial
Al menos 2.000 personas participaron este sábado en una marcha en París contra la violencia policial en memoria de Adama Traoré, un joven afrodescendiente que murió en una comisaría en 2016, pese a que las autoridades habían prohibido la marcha.
«Marchamos por los jóvenes, para denunciar la violencia policial», expresó Assa Traoré, hermana de Adama, y una de las organizadoras de la protesta. «Permitimos la marcha de neonazis, pero no se nos permite marchar. Francia no puede dar lecciones morales. Su policía es racista, su policía es violenta», aseguró, en declaraciones recogidas por Le Monde.
La policía había argumentado que prohibía la marcha por «presentar riesgos de perturbar el orden público». Los efectivos de seguridad pidieron a los manifestantes que se dispersaran e impusieron multas de 135 euros por participar en la protesta. Dos personas fueron detenidas, entre ellos otro hermano de Traoré, Youssouf.
Unos 90 sindicatos, organizaciones y partidos de izquierda habían convocado marchas en todo el país para este sábado.