Ocurrió en Buenos Aires, en Glew. Le devolvieron todo lo que habían robado.
Una joven de 19 años que atendía su local familiar ubicado en Glew, Buenos Aires, fue víctima de un violento asalto y los delincuentes resultaron ser gendarmes de la zona.
La joven estaba acompañada por su niña de dos años cuando tres falsos clientes le apuntaron en la cabeza con dos armas, pasaron al otro lado del mostrador y se llevaron el dinero.
Tras el episodio la chica llamó al 911, explicó lo ocurrido y agregó que huyeron en un Citroen C3 sin patente. El vehículo fue encontrado en Burzaco, interceptado y requisado. Allí se dieron cuenta que los delincuentes eran se trataba de un cabo y dos suboficiales que se desempeñan en la base Burzaco de la Gendarmería Nacional.
La muchacha, quien desconocía que ya habían capturado a los responsables, se acercó hasta la comisaría de Glew para hacer la denuncia y vio entrar a los tres delincuentes, a quienes reconoció rápidamente.
Los tres hombres, que están a disposición de la Justicia, apuntaron también a la menor y se llevaron 20 mil pesos y un celular, los cuales fueron devueltos a la víctima.