El reconocido actor se encuentra grabando el spin-off de «El Marginal», donde fue muy valorado su papel como el director penitenciario Sergio Antín.
A principios de este año, Gerardo Romano recibió la noticia de que padece Parkinson, un trastorno progresivo que afecta al sistema nervioso y a las partes del cuerpo controladas por los nervios.
En este sentido, el reconocido actor estuvo presente en «Desayuno Americano» -ciclo que conduce Pamela David por América- y habló sobre cómo atraviesa esta dura enfermedad, al mismo tiempo que reveló su secreto para continuar trabajando a pesar del diagnóstico.
Si bien no se refiere en profundidad a su salud, Romano aseguró tener «más presión ahora» porque tiene que resistir a lo que calificó como «una enfermedad compleja». En referencia a esto, sostuvo que «depende de tu resiliencia», luego de comentar que dedica «todo el día» a su trabajo.
Cabe destacar que, actualmente, quien se puso en la piel del director penitenciario Sergio Antín se encuentra grabando el spin-off de «El Marginal», así como también lleva adelante una obra de teatro llamada «Un judío común y corriente».
Por esta razón, ha tenido que valerse de algunos hábitos saludables para que el Parkinson no frene su actividad: «Duermo, cojo poco, pero es un poco la edad también. No salgo de la cama sábado y domingo, estoy una hora y media en escena sin parar y requiere mucha concentración y mucha energía para que sea un verdadero placer», señaló.
«El Parkinson tiene una medicación básica y lo que más hago es nadar. Voy cuatro días por semana y nado un kilómetro cada vez, son 40 piletas de 25 metros, o sea, un kilómetro, 37 minutos seguidos. Yo no sé muy bien cuál es la explicación científica de lo que puede ayudar, pero sin ninguna duda el ejercicio ayuda. No hay posibilidad de revertirlo pero si puedo hacer algo para que sea más lento el deterioro», manifestó.
Al referirse a sus sensaciones tras recibir el diagnóstico, el actor detalló: «He atravesado diferentes momentos. Tener hijos es bastante definitorio, cómo uno proyecta su devenir y lo que le pasa, creo que lo llevo bastante bien».
«No me enojé cuando recibí el diagnóstico, me angustié, no es un momento grato», indicó.