Giro sorpresivo en el Senado: senadores misioneros frustran la Ley de Ficha Limpia y desatan una tormenta política

La política misionera quedó en el ojo de la tormenta nacional luego de que los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, ambos representantes del oficialismo provincial, votaran en contra del proyecto de Ley de Ficha Limpia, sorprendiendo a propios y extraños y frustrando su aprobación en el Senado.

El cambio de postura fue tan inesperado como polémico. Hace apenas semanas, ambos legisladores se habían manifestado públicamente a favor de la iniciativa, alineados con los votos afirmativos que sus colegas del Frente Renovador de la Concordia habían dado previamente en la Cámara de Diputados. “Somos un país que se merece que esta ley sea sancionada”, había declarado Rojas Decut en una entrevista radial que ahora resurge como prueba del brusco giro político.

Fuentes cercanas al exgobernador y jefe político indiscutido de la Renovación, Carlos Rovira, y al actual gobernador Hugo Passalacqua, aseguran que el volantazo se dio a instancias de un pedido directo de la Casa Rosada, a través del influyente asesor presidencial Santiago Caputo. En el mundillo político local, nadie cree que Rojas Decut o Arce tomen decisiones de forma autónoma, sin la venia de Rovira, quien maneja el poder provincial desde hace casi 25 años.

Ambos senadores, conocidos por su fidelidad absoluta al conductor de la Renovación, abandonaron el recinto del Senado en silencio tras la votación y desde entonces no han dado explicaciones públicas. Tampoco respondieron a los medios nacionales, que buscan entender una jugada clave que definió el destino de una ley respaldada por amplios sectores sociales y políticos.

La sombra de Rovira y el pacto con la Nación

Este jueves, Rovira reunirá a su tropa en una de sus habituales «previas» en la Legislatura, donde se espera que baje línea política y justifique la decisión de sus senadores con argumentos ya ensayados: que la Ficha Limpia puede ser vista como una forma de “proscripción”, un discurso que remite al plebiscito de 2006, cuando intentó habilitar la reelección indefinida en Misiones.

Sin embargo, el trasfondo de la maniobra parece estar en un acuerdo estratégico con el gobierno de Javier Milei. Fuentes políticas sostienen que desde 2024 existe un pacto no oficializado por el cual la Renovación misionera se comprometió a apoyar los proyectos del Ejecutivo Nacional en el Congreso a cambio de que La Libertad Avanza no compita en serio por el poder provincial hasta 2027.

Desde entonces, Misiones se ha transformado en la provincia más alineada con la Casa Rosada: votó a favor del DNU por el acuerdo con el FMI, apoyó la suspensión de las PASO, y ahora, paradójicamente, fue clave para frenar la Ley de Ficha Limpia, una iniciativa que la mayoría de la sociedad misionera y argentina veía con buenos ojos.

La obediencia fue tan extrema que en febrero, cuando los pequeños productores yerbateros protestaban por la desregulación del sector, los siete diputados misioneros —oficialistas y opositores— guardaron silencio y votaron a favor del Gobierno Nacional, mientras una diputada porteña, Vanina Biassi, era quien alzaba la voz en defensa de los yerbateros.

“Panqueques” bajo fuego

Desde el PRO misionero, el senador Martín Goerling fue contundente: “Todos pensábamos que iban a votar Ficha Limpia, porque así lo venían diciendo. Fue muy raro”. Aunque evitó conjeturas, en el clima político local no hay dudas: Rojas Decut y Arce no actuaron por convicción personal, sino por decisión de Rovira.

En redes sociales y medios provinciales, ambos legisladores fueron señalados como “panqueques” por el giro inexplicable y por negarse a dar la cara ante la ciudadanía.

En Misiones, la obediencia a la Casa Rosada es tan perfecta como inquietante. Y el episodio de Ficha Limpia revela hasta qué punto puede llegar la lealtad política cuando el poder provincial y nacional negocian en silencio.