El hombre confesó que tomaba bebidas alcohólicas con la víctima, discutieron y lo asesinó. La mujer le avisó a la policía y lo detuvieron mientras comía un sándwich.
Un hombre, identificado como Fernando Muñoz, le confesó a su exnovia que había asesinado a un amigo, Óscar Javier Lancucheo, tras discutir con él y la mujer lo denunció en la policía en Río Gallegos, Santa Cruz. “Gorda, me mandé una cagada…”, le dijo Muñoz a su expareja antes de revelarle el crimen.
El asesinato ocurrió en la casa de la víctima, en calle José de Loaiza al 700. Al parecer, Muñoz y Lancucheo, un trabajador del Hospital Regional, tomaban bebidas alcohólicas y comenzaron a discutir, lo que desembocó en el asesintato.
Muñoz le contó a su exnovia que la situación se tornó incontrolable. La mujer le avisó a la policía sobre lo que había pasado y le dijo que se dirigía a la costanera, con intenciones de quitarse la vida. “Me voy a matar”, aseguró.
La ex llamó a la Policía y unos agentes se dirigieron al centro para localizar al sospechoso, mientras que otro equipo se trasladó al lugar de los hechos, donde encontraron el cuerpo de Lancucheo rodeado de un charco de sangre y con múltiples puñaladas en el cuello.
El acusado fue atrapado el domingo en la costanera de Río Gallegos, mientras almorzaba un sandwich. Lo llevaron a la Comisaría Segunda para su declaración.
Los restos de Lancucheo fueron llevados a la Morgue Judicial de Santa Cruz para la autopsia. En los próximos días, Muñoz deberá declarar en el Juzgado de Instrucción para ratificar o desmentir la confesión hecha a su expareja.