Una de las leyes del deporte dice que técnico que debuta gana, y esto se cumplió en el duelo del Club de Regatas Corrientes frente a Riachuelo de La Rioja en lo que fue el primer juego de Fernando Calvi al frente del equipo. El local supo dominar el juego desde el inicio y no estuvo nunca por detrás del rival.
Una alta efectividad en los tiros y una buena defensa fueron las claves para la victoria, además de un buen reparto del goleo, donde anotaron 11 jugadores y seis lo hicieron con doble dígito. Skyler Hogan fue el máximo artillero con 21 unidades, seguido de Arengo con 17. Además, McGhee aportó 17 puntos y 8 rebotes, y Penka Aguirre 12 tantos y 10 asistencias. En la visita se destacaron dos ex Regatas, Pablo Espinoza con 19 puntos (6 rebotes y 1 asistencia) y Juan Pablo Corbalán con 15 (6 rebotes y 3 asistencias).
En los primeros cinco minutos del partido ya se pudo notar el cambio de ADN que le impuso Calvi al equipo, que buscó variantes al tiro de tres puntos generando desde la caída y los rompimientos, mientras que en defensa marcó diferencia desde la defensa del pick and roll arrancando así 16 a 6 arriba. Con un buen reparto de goles, a falta de dos minutos para el cierre del cuarto habían anotado los cinco iniciales del remero, y la distancia llegó a 25-10, aunque finalmente el marcador sería 30 a 17.
Luego del primer descanso, los riojanos cambiaron la cara con su segunda unidad, consiguiendo encontrar la vía al gol y poniendo un parcial 2-11 para limar la diferencia y posicionarse 32 a 28 en cuatro y fracción de juego. Sin embargo, el aguante fantasma llegó con arrestos individuales de Arengo y la fineza desde el perímetro a cargo de Hogan y Piñero para volver al doble dígito de distancia (42 a 32) con tres y medios para el cierre. Luego, el duelo se tornó gol por gol pero la diferencia se mantuvo, y finalmente el primer tiempo quedó 51 a 41 para el local.
De vuelta al juego el remero tuvo unos primeros minutos letales con un gran aporte goleador de los cinco iniciales para sacar una ventaja larga sobre su rival, 69 a 46 en apenas dos y medio de juego. La visita tuvo a Espinoza como conductor ofensivo, además de un buen aporte de Corbalán, aunque no pudo terminar de ponerse a una distancia que le permita entrar en juego ni contrarrestar os 33 tantos anotados por Regatas, y el periodo terminó 84 a 65.
Ya en el último capítulo Regatas intentó bajarle el ritmo al juego para evitar cualquier tipo de reacción del rival, aunque el Eterno con mucho amor propio no aflojó en ningún momento y siguió empujando, pudiendo recortar hasta 15 la diferencia 97 a 82 con dos y medio para el cierre. Sin embargo, todo quedó ahí y la historia concluyó 104 a 82.
De esta forma, el elenco correntino cortó la racha negativa de dos derrotas en fila y buscará cerrar de la mejor manera su último juego como local de la fase regular frente a Oberá el sábado desde las 21:30. El Eterno por su parte se medirá con San Martín el viernes en el Fortín Rojinegro.