Gustavo Conti contó una insólita anécdota de cuando trabajó en un hotel alojamiento: «Vinieron 14 chinos juntos»

El actor pasó por PH, Podemos hablar y sorprendió a todos los invitados con una divertida historia.

Invitado a PH, Podemos hablar, programa que conduce Andy Kusnetzoff en Telefe, Gustavo Conti sorprendió a todos los invitados con una extraña anécdota de sus días como empleado en un albergue transitorio. «Avancen al punto de encuentro los que alguna vez pasaron mucha vergüenza», fue la consigna del conductor que hizo que el actor dé un paso al frente. 

«Yo trabajaba en un hotel alojamiento, fui conserje muchos años. En un hotel no convencional porque podían entrar de a varios». «¿Cuántos podían entrar? ¿Había un límite?», le preguntó Lola Cordero y el artista respondió: «Un día atendí 14 orientales juntos, chinos o japoneses, no sé».

«Domingo de lluvia, se caía el cielo abajo. Yo estaba ahí mirando la tele, muy cómodo, no pasaba nada en el hotel y me tocan el timbre. Me dicen ‘Hola, vengo de parte de Germán’. ‘Mirá, flaco, acá no hay ningún Germán’, le dije yo y me respondió ‘¿No tiene una habitación acá, Germán, preparada?’ y yo les dije que no. Así, fueron cayendo los chinos, en un momento tenía 10 chinos en la puerta. Todos hombres que preguntaban por Germán hasta que llegó Germán», siguió contando. 

Y agregó: «Yo no dejé entrar a nadie. Este tal Germán me dijo que tenía una reserva y no tenía nada. La habitación más cara pidió el chino, la más salada de todas. Un duplex muy lindo. Pantalón chupín, gorrita y anteojos negros. Llovía y el tipo con anteojos negros, un fenómeno. Entraron todos los chinos juntos a la habitación y se quedaron hasta el otro día. Pidieron champagne, hicieron un desastre… Se fueron y pagaron una montaña de plata».

Por último, Conti desconcertó a todos los invitados con el final de la historia: «Me llama la mucama y me dice si puedo subir a ver la habitación. Había papel picado por todos lados, juguetes colgados por toda la habitación. Un olor a comida… no me preguntés porqué. Habrán hecho de todo un poco, había drogas también en la mesita de luz. Yo creo que el olor a comida era por el sudor de ellos. La habitación estuvo 3 días ventilándose, sin poderse usar».