Enrique Alfredo Costanzo acababa de dejar su auto estacionado y esperaba en la puerta de una panadería cerca del cruce con Tinogasta.
Otro hecho de inseguridad sacudió a La Matanza, tras el crimen del kiosquero en Ramos mejía la semana pasada. .
En este caso fue un sangriento tiroteo en un centro comercial de González Catán el hecho que dejó a un vigilador privado de 58 años internado en muy grave estado con un disparo en la cabeza.
Todo pasó en cuestión de minutos el viernes cerca de las 20, cuando los comercios de la calle Da Vinci, a pocos metros de la Ruta 3, recibían a decenas de vecinos que hacían fila en las veredas.
Enrique Alfredo Costanzo acababa de dejar su auto estacionado y esperaba en la puerta de una panadería cerca del cruce con Tinogasta.
Costanzo no llegó a reaccionar y recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza, del lado izquierdo.
Como Costanzo había salido a comprar sin documentos de identificación, pasaron muchas horas hasta que su familia pudo encontrarlo, internado en la terapia intensiva del hospital, con pronóstico reservado y tras una cirugía de urgencia que lo dejó estable en estas primeras horas.