A cinco días del macabro hallazgo de un hombre muerto en su vivienda del barrio Vélez Sarsfield, M. A. G. (27), acusado de asesinar a su padre, Rogelio Gauna (65), compareció este lunes ante la fiscal de turno, Candela Valdez, acompañado por una defensora oficial. Sin embargo, el joven decidió hacer uso de su derecho a abstenerse de declarar.
El crimen y la denuncia
G. permanece detenido desde el jueves pasado, luego de que uno de sus hermanos denunciara que hacía aproximadamente una semana no podían localizar al carpintero de 65 años. Ante la denuncia, la Policía se dirigió a la vivienda ubicada en García Merou al 2900, donde fueron recibidos por el ahora detenido.
Según fuentes policiales, en un momento de interrogatorio, M. G. se quebró emocionalmente y confesó ante los efectivos haber matado a su padre tras una fuerte discusión. El móvil habría sido el robo de varios objetos con la intención de venderlos para comprar estupefacientes.
Lo más impactante del caso fue que el cuerpo de Rogelio Gauna fue ocultado en un freezer, donde permaneció durante una semana hasta que la denuncia de su hermano desencadenó el operativo policial.
Resultados de la autopsia
La fiscal Valdez informó que la autopsia reveló una fractura en el hueso hioides, lo que refuerza la hipótesis de que la causa de muerte fue estrangulamiento. “Rogelio tenía un hueso del cuello fracturado, lo que demuestra que fue estrangulado”, señaló la representante del Ministerio Público Fiscal.
El caso está caratulado como homicidio agravado, delito que contempla la prisión perpetua en caso de ser hallado culpable por un jurado popular.
Si bien al inicio de la investigación se mencionó una confesión ante la Policía, dicha declaración no tiene validez legal, ya que la fiscal es quien conduce la investigación y el imputado debe contar con la asistencia de un defensor.
Por el momento, Valdez aguarda los resultados de los peritajes complementarios y los testimonios de testigos para consolidar la acusación. Testigos señalaron que M. G. era la única persona que convivía con la víctima al momento del hallazgo del cuerpo.