Nicko Sensoli, de 19 años, marcó el gol del triunfo contra el equipo rojo, y así cortó una racha de 141 partidos sin conseguir victorias.
Se acabó lo que se daba. Este jueves hay fiesta grande en San Marino. Es que este seleccionado, el más débil del planeta y 210° del ranking de la FIFA, le ganó este jueves a Liechtenstein por 1-0 en un partido por la Liga de Naciones e hizo historia. Cortó una racha maldita de 141 partidos sin poder festejar una victoria. Fueron 20 años y cinco meses en los que acumuló seis empates y 135 derrotas, con apenas 21 goles a favor y ¡568! en contra.
Nicko Sensoli, de apenas 19 años, fue el encargado de convertir el gol del partido que destrabó la maldición en el Stadio Olimpico di Serravalle. El último y único triunfo de San Marino en su historia había sido el 28 de abril de 2004, cuando le ganó por el mismo resultado al mismo rival. Sensoli, el héroe que pasará a la posteridad, todavía no había nacido.
¿Nace una paternidad? Lo concreto es que los casi 36 mil sanmarinenses, que se reparten en los los 61,2 kilómetros cuadrados de superficie encerrados por Italia, pueden ir a festejar tranquilos al Palazzo Pubblico. El hechizo llegó a su final.
Y lo festejaron como si fuera la final del Mundial. Dante Rossi, argentino de nacimiento y el más experimentado del equipo con sus 37 años, pidió la hora después de que Liechtenstein dilapidara la última chance con cabezazo que se fue pegado al palo del arco defendido por Edoardo Colombo. Después fue todo festejo. Una montonera para celebrar un hito.
Este segundo triunfo se suma a los nueves empates que pudo cosechar a lo largo de su historia. Los otros hitos… Fueron dos pardas contra Liechtenstein (en un amistoso y en otra Liga de Naciones), dos en Eliminatorias Mundialistas (Turquía y Letonia), uno en Eliminatorias para la Eurocopa (Estonia) y también había igualado contra Gibraltar, Seychelles (fue su primer empate contra una selección de otro continente), Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves.