El ministro del Interior participó de un homenaje a Eduardo José Schiavoni y Jorge Miguel Toledo, desaparecidos en la llamada Nueva Cárcel de Caseros durante la última dictadura cívico-militar.
El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, sostuvo este lunes que «las políticas de derechos humanos iniciadas por Néstor Kirchner, y continuadas luego por Cristina Fernández y ahora por Alberto Fernández» fueron posibles «por la resistencia de los familiares de detenidos y desaparecidos; por la militancia, y la tenacidad de los presos y las presas políticas, y también de los exiliados».
El ministro y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, acompañados por el director nacional del Archivo General de la Nación (AGN), Pablo Fontdevila, descubrieron una placa recordativa de ambos militantes en la sede del Archivo, ubicado precisamente en el lugar donde funcionó la Nueva Cárcel de Caseros en el barrio porteño de Parque Patricios.
De Pedro, tras agradecer a la militancia «que trabaja en pos de la memoria, la verdad y la justicia», de Pedro dijo que «Néstor Kirchner entendió, como joven militante de esa época y como víctima de la persecución, que estaban dadas las condiciones para jugar fuerte».
«Sin especular, sin pensar en qué era políticamente correcto, sin miedo, Néstor enfrentó de una vez por todas la impunidad en Argentina, y dio inicio a un proceso de memoria, verdad y justicia que es la base a partir de la cual debemos seguir luchando», señaló.
Destacó además la importancia de que en el campo popular «las discusiones y los debates por el trabajo, la inclusión, la educación, la vivienda, los derechos humanos y la soberanía nacional» sean en un marco «de diálogo a nivel regional, con una posición inteligente y firme en el concierto internacional de las naciones».
«Esas discusiones se deben dar, porque todavía hay que gobernar luego de cuatro años de gestión de Mauricio Macri, que nos dejó una Argentina con altos niveles de pobreza y una deuda externa que hace mucho daño», afirmó el ministro.
Sostuvo luego que «cuando el campo nacional y popular se dividió, tuvimos a uno de los peores gobiernos de la historia, signado por la persecución política, y el favoritismo a los sectores financieros que hipotecaron el futuro de muchas generaciones de argentinos y argentinas. Así que tenemos muy presente que la unidad del campo popular y nacional es condición necesaria y base de todo proyecto político».
De Pedro apuntó que «hoy los derechos humanos también tienen que ver con el acceso a la vivienda digna, a un trabajo, a educación y salud, y lo vamos a hacer con la tenacidad que tenían los compañeros militantes; no vamos a frenar hasta tener una Argentina justa donde cada argentino y cada argentina pueda vivir dignamente».
Fontdevila, por su parte, recordó que la actual sede de la AGN «está emplazada en donde antes funcionaba una vieja cárcel, que fue demolida por tratarse de un símbolo de la opresión de la dictadura cívico-militar», y subrayó que «ahora funciona un sitio de memoria, donde no sólo se custodia la historia, sino también la memoria y los derechos del pueblo argentino».
Pietragalla hizo hincapié en la importancia de que el homenaje se haya realizado en un lugar «donde funcionó una cárcel que sembró el exterminio de ideas, donde se quebraba el compromiso militante de compañeros para que esas referencias de lucha no salieran con vida de aquí», y enfatizó que «Néstor Kirchner llevó adelante las políticas de memoria, verdad y justicia como una política de Estado».