Matías Jurado, de 38 años, detenido por el homicidio de un hombre de 67 años, se encuentra ahora en el centro de una escalofriante investigación que podría revelar uno de los casos más atroces de los últimos tiempos en el norte argentino. La causa, que comenzó como una pesquisa por un crimen puntual, derivó en una hipótesis de múltiples asesinatos con elementos macabros, entre ellos la presencia de restos humanos en los platos de los perros del sospechoso.
Durante un allanamiento en su vivienda del barrio Alto Comedero, en la provincia de Jujuy, peritos forenses encontraron piel, pelos y cartílagos humanos mezclados con alimento para mascotas. Las primeras pruebas de laboratorio confirmaron que el ADN hallado pertenece a un hombre, y la sospecha es que Jurado habría utilizado partes de los cuerpos de sus víctimas para alimentar a sus perros.
El caso que llevó a la detención de Jurado fue el homicidio agravado de Jorge Omar Anachuri, de 67 años. Sin embargo, la investigación avanzó y hoy lo vincula a al menos cuatro desapariciones más, todas de personas en situación de calle.
Según detalló el fiscal regional Guillermo Beller, Jurado captaba a sus víctimas los días viernes, con la excusa de ofrecerles changas o alcohol, y las convencía para ir a su casa. Una vez allí, y de acuerdo al testimonio clave de un declarante en Cámara Gesell, las sometía, asesinaba y descuartizaba. Parte de los restos eran quemados, otros enterrados y algunos descartados en basurales cercanos a su domicilio.
El patrón de captación, sumado a la forma de ocultamiento de los cuerpos, ha llevado a los investigadores a considerarlo un posible asesino serial. Actualmente, se realizan análisis forenses para identificar los restos hallados y confirmar cuántas víctimas habrían pasado por las manos del acusado.
El caso generó conmoción en la provincia de Jujuy y se ha viralizado a nivel nacional por la crueldad de los hechos y el nivel de frialdad con que habría actuado el presunto homicida.
