Según la denuncia, la adolescente de 17 años se encontraba en un micro de la Línea 107 cuando fue abordada por un hombre que la amenazó con un arma de fuego, la obligó a bajarse y cometió el abuso con la complicidad de otro desconocido que los esperaba en el centro.
Este martes por la tarde, la Guardia del Hospital Perrando informó a la Policía sobre el ingreso de una menor de 17 años, presunta víctima de abuso sexual minutos antes. En estado de shock, la adolescente relató partes del incidente, aunque no pudo recordar el lugar exacto donde ocurrió.
La menor, acompañada por su padre, fue atendida por una médica que informó que la víctima presentaba «trastorno sensorial, con signos vitales normales». Se le realizaron otros estudios médicos.
El padre, de 46 años, proporcionó en el hospital los primeros detalles del hecho según lo relatado por su hija. Según él, todo ocurrió cuando la menor tomó un colectivo de la línea 107 en el barrio 444 viviendas de Fontana para dirigirse a la casa de su abuela.
Según el relato, un hombre desconocido subió al colectivo a pocos metros de haber iniciado el recorrido y la amenazó con un arma de fuego, obligándola a no bajar y continuar el viaje. Luego, según el padre, la menor perdió el conocimiento y fue encontrada en el barrio Don Santiago, donde dijo haber sido manoseada por un hombre desconocido.
El denunciante también informó a la Policía que una vecina fue testigo de cómo el hombre hizo descender a la menor.
Horas después, agentes policiales se dirigieron a la casa de la adolescente y la entrevistaron a ella y a su padre. La menor relató que, en el colectivo de la Línea 107, un hombre se sentó a su lado cerca del barrio 80 viviendas y, al intentar bajar, la tomó del brazo y mostró un arma de fuego.
Según la denuncia, la menor tuvo que continuar en el colectivo y bajó cerca de una farmacia en la peatonal del centro de Resistencia junto al presunto abusador. Luego, este la llevó cerca del local San José donde lo esperaba otro hombre, y la hicieron subir a otro colectivo. Finalmente, en circunstancias no esclarecidas en el informe policial, la menor pudo bajar en la intersección de Ruta 11 y avenida 25 de Mayo y dirigirse hacia un comercio donde estaba un familiar.
LAS PALABRAS DEL PADRE
El padre de la denunciante habló con Diario Chaco y aclaró las imprecisiones de los informes policiales. «En el primer informe -policial que daba a conocer la denuncia- ella estaba muy afectada, no sabía nada, es una chica de 17 años que no sale a ningún lado. Encima no podía hablar porque estaba en estado de shock y los policías querían que hablara, lo que yo les pude decir es lo que más o menos pude saber. Yo les dije a ellos que les iba a pasar lo que más o menos me dijo, pero cuando esté tranquila sería lo ideal», dijo J.A.A, quien también contó que en las próximas horas ampliará la denuncia en la División de Violencia Familiar y de Género.
«Anduvimos por todos lados buscándola, en colectivos, en lo que nos podíamos mover. La empezamos a buscar porque ella de mi casa a la de su abuela tiene 25 minutos y hacía dos horas y media que no sabíamos nada. Cuando a la hora nos alertamos, nos pusimos a buscarla. Ella tenía el celular, pero le sacaron el chip. Es un equipo viejo, no se lo quisieron robar», manifestó el hombre.
El padre de la menor también indicó que su cuñado logró interceptar un colectivo que se dirigía al barrio Don Santiago, línea a la que los dos presuntos abusadores la hicieron subir y donde la esperaría una mujer, y allí su hija fue rescatada.
Sobre la asistencia que está recibiendo la menor, el padre indicó que recurren a la Iglesia Evangélica y que allí cuentan con asistencia.
«Ella no sale a ningún lado, no tiene contacto con nadie, se maneja de mi casa a la casa de la abuela, porque ahí ayuda a su tía. No tiene novio, nosotros le controlamos el teléfono. Nunca sale. Este es su primer trabajo y recién este era su cuarto viaje en colectivo porque siempre la llevamos en la moto nosotros. No es una nena que le gusta vagar. Son terribles las cosas que pasan, ahora le dijimos que tiene que gritar cuando pasan estas cosas», concluyó el padre.
Fuente: D.Ch