El crimen ocurrió en la localidad de Vera, ubicada al norte de la capital de Santa Fe. La Justicia investiga un posible caso de psicosis puerperal.
Un bebé de siete meses de gestación murió apuñalado al poco tiempo de haber nacido en la ciudad de Vera, Santa Fe. La madre, principal sospechosa del hecho, quedó detenida por orden del fiscal Alejandro Rodríguez.
El caso salió a la luz cuando la mujer ingresó a la clínica San Roque, ubicada sobre la calle Corrientes, con signos de haber tenido un parto reciente. El bebé ya no presentaba signos vitales. Según fuentes policiales, los médicos constataron que el recién nacido tenía cinco heridas cortantes en el tórax y el cuello. Ante esta situación, el personal de la Comisaría 1° intervino en el lugar.
Por disposición de la Justicia, la Policía santafesina allanó la vivienda de la acusada, donde se secuestraron cuchillos, prendas de vestir manchadas con sangre y otros elementos clave para la causa. También incautaron la placenta y un teléfono celular.
Sixto González, abogado defensor de la mujer, confirmó a la prensa que la detenida atravesó “un parto casero”, y explicó que “se indujo el nacimiento porque estaba estudiando enfermería y cuando el chico nació, porque llevaba seis meses de gestación, o siete, cuando el chico nació, lo mató a puñaladas”.
Además, el letrado sostuvo que podría tratarse de una psicosis puerperal: “La chica quería tener la criatura, la ocultaba, pero quería tenerla, de hecho llegó a siete meses, habiendo todos los medios para interrumpir un embarazo, hasta inclusive legal. Un factor externo hubo, pero también no descartemos que el padre haya sido alguien poderoso, que la ha amenazado o algo así, lo cual no le exime de nada a ella, pero se puede atenuar en algo su situación procesal”.
De esta manera, la mujer quedó acusada de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía.