Las acusadas se abstuvieron de declarar durante la primera audiencia del proceso, en Tartagal.
Una madre de 23 años y su pareja, de 29, comenzaron a ser juzgadas hoy en Salta por las lesiones gravísimas agravadas sufridas por una niña de 4 años, pero las acusadas se abstuvieron de declarar durante la primera audiencia del proceso.
Fuentes judiciales informaron que el proceso iniciado esta mañana contra una mujer y su pareja se desarrolla en la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, a cargo del juez Anastacio Vázquez Sgardelis.
Las mujeres son juzgadas por los delitos de lesiones gravísimas agravadas por el vínculo en tres hechos, en perjuicio de la niña.
Durante la primera jornada del juicio, las mujeres escucharon la acusación en su contra y luego optaron por no declarar.
Luego, comenzó la ronda de testimoniales con la declaración por videoconferencia de profesionales de la salud de la ciudad de Salta, que fueron quienes atendieron a la menor en el Hospital Materno Infantil.
En representación del Ministerio Público interviene el fiscal Gonzalo Vega, y por la parte querellante actúa la letrada Valeria Magadán.
En tanto, el asesor de Menores Neil Andreu representa a la niña, y en ejercicio de la defensa de las imputadas intervienen los abogados Natalia Pagani y Jorge Soruco.
Según consta en la causa, la niña, que es hija de la más joven de las mujeres, sufrió lesiones en distintas oportunidades, provocadas tanto por su madre como por su pareja.
Entre las lesiones que sufrió en distintas ocasiones, la menor presentó signos de ahorcamiento, fractura de codo, fractura de clavícula y golpes de puño en la nariz.
En una oportunidad, la pequeña fue internada con un cuadro de abdomen agudo perforado; peritonitis bilio-pancreática; trauma duodeno-pancreático; ruptura duodenal y trauma pancreático.
Ante este cuadro, la menor fue derivada de urgencia al hospital de Orán, donde además se le diagnosticó Covid-19 y, ante la gravedad del cuadro, fue trasladada hacia el Hospital Materno Infantil, de la ciudad de Salta, que está a 365 kilómetros de Tartagal.
La denunciante del hecho, una empleada de ese hospital de la capital salteña, contó que la madre le dijo que la niña se había caído de una mesa.