Perdón por los errores cometidos, pero créanme que lo hice con mucha pasión, con lo mejor de mí.
Lo que se viene en la provincia del Chaco seguramente serán escenarios distintos.
Pero dejamos fábricas en progreso, fábricas textiles, industrias frigoríficas, hasta un desarrollo de un plan energético extraordinario.
Ojalá, Dios quiera, que todos los planes que dejamos y que todas las industrias que fuimos capaces de proyectar puedan generar trabajo en nuestro pueblo.
Ojalá, Dios quiera, que todos puedan trabajar en el Chaco los próximos cuatro años, que podamos colaborar porque lo único que quiero es que a mi provincia le vaya bien.
Quiero que la gente pueda vivir mejor y quiero que definitivamente cuando aún nos quedan obras para inaugurar, como el Centro de Educación Física Número 1, o el Segundo Acueducto del Interior, o todas las obras que aún quedan, o por ejemplo las rutas de El Impenetrable… Bueno, que se puedan continuar, porque eso beneficia a muchos chaqueños y chaqueñas.
Muchas gracias al pueblo del Chaco por darme la lección a través del voto, por haber aprendido todo el tiempo y sobre todo quiero agradecer por el abrazo, por el afecto, por el reconocimiento, porque a lo largo y a lo ancho de mi provincia pude siempre sentir en el corazón la enorme satisfacción de abrazar a cada uno de mis coprovincianos.
Y a aquellos que a veces, por no sé qué razón, exaltan odio, quiero decirles que en mí solamente hay amor y que el amor siempre vence al odio. Y que siempre tendré un corazón generoso para seguir construyendo la provincia que nos merecemos.
Quiero agradecer a toda la militancia que trabajó sin cesar, con lluvia, con calor, con frío. Bueno, han hecho una demostración y un acto de amor extraordinario. El corazón que nos cambió la vida a partir del 2007 sigue latiendo más fuerte que nunca.
Nunca jamás me voy a olvidar de tanto amor. Los quiero mucho, de todo corazón.