Lo afirmó el director de Recursos Forestales de la Provincia, Roberto Rojas quien remarcó la importancia de hacer un uso planificado del fuego.
Roberto Rojas, director de Recursos Forestales, habló con Una palabra sobre el impacto de los incendios en Corrientes, ya que del terreno afectado «cerca de un 4% corresponde a áreas forestales y en el sector desde hace tiempo se viene trabajando en la prevención, por eso la gran mayoría de las empresas» tiene esta clase de herramientas.
«Todas las actividades debieran tener un programa de protección», dijo, aunque remarcó que «hay muchas empresas agropecuarias que incorporaron estas herramientas y algunas incluso con pistas para aviones hidrantes. Hay una conciencia y una preparación. Sin dudas, lo que tuvimos fue una situación extrema».
En esto, la sequía que inició en el 2019 fue un elemento clave ya que «los terrenos bajos de bañados y esteros estaban sin agua y eran los lugares donde, en general, los fuegos terminaban y en este caso fue como una especie de autopista por donde el fuego salió en distintos lugares produciendo mucho daño».
«En los monitoreos diarios que hacíamos a diario veíamos esto. Eran las zonas más difíciles para los combatientes que después se distribuía», recordó Rojas.
«Por lo general, se toma como causante la quema de pastos. El fuego es algo natural y siempre estuvo presente, pero hay que empezar a tomar conciencia que no puede ser usado si no es planificado y de hecho existen maneras», señaló el funcionario quien explicó que el tema es estudiado y monitoreado en distintos lugares del mundo.
«Muchas veces nos encontramos con que el dueño del campo no está y la persona que está a cargo no tiene el asesoramiento o las herramientas» para manejarlo y esta situación «fue algo nunca antes visto», agregó quien trabaja en la provincia hace 20 años.
«Muchas veces veíamos como que el fuego se extinguía y después rebrotaba, incluso después de lluvias de 30 milímetros», recordó. «Era una situación complicada y encontramos que el fuego en las áreas bajas, donde hay mucha materia orgánica. Teníamos fuego subterráneo y muchas veces aparecía en lugares donde no lo teníamos previsto».
Para ellos se hacían guardia con los monitoreos «vía satelital y con vuelos sobre los puntos calientes», dijo.