La Justicia chilena investiga por daño ambiental al basurero de ropa usada situado en el desierto de Atacama, en el norte del país, donde se depositaron toneladas de residuos textiles, neumáticos y artículos electrónicos, se difundió hoy.
Una jueza y peritos concurrieron el martes a las cercanías de la localidad de Alto Hospicio, donde se ubica un basurero clandestino de ropa traída desde Estados Unidos, Europa y Asia, informó hoy el tribunal ambiental que lleva a cabo el procedimiento.
«El tribunal está realizando una diligencia judicial en atención a una demanda, en donde esencialmente se acusa que existen botaderos ilegales de ropa al interior de algunas quebradas y sectores de la comuna de Alto Hospicio. Estos botaderos serían, en definitiva, una fuente de contaminación», explicó la jueza Sandra Álvarez.
Además de ropa, en el vertedero hay otros residuos como neumáticos, partes de autos y aparatos electrónicos, consignó la agencia AFP.
Los cerros de ropa que AFP documentó en noviembre de 2021 parecen haber sido quemados o enterrados.
En esa fecha existían enormes montañas de ropa usada y nueva, una parte de las 59.000 toneladas anuales que entran a Chile por la zona franca de Iquique, a 1.800 kilómetros al norte de Santiago, de las cuales se descarta el 66%.
El consumo desmedido y fugaz de ropa provocó el aumento exponencial de los desechos textiles en el mundo, que tardan unos 200 años en desintegrarse.
Según un estudio de la ONU de 2019, la producción de ropa en el mundo se duplicó entre los años 2000 y 2014, lo que reveló que se trata de una industria «responsable del 20% del desperdicio total del agua a nivel global».
El pasado mes de abril, el Primer Tribunal Ambiental acogió una demanda presentada por una abogada de Iquique en contra del Fisco de Chile y la Municipalidad de Alto Hospicio por «daño ambiental».
«Existieron sistemáticas conductas negligentes, omisivas y falta de servicio que generaron un grave y significativo daño ambiental y riesgo a la vida y salud de los habitantes de Alto Hospicio», argumenta la abogada en el escrito.
Estos vertederos ilegales, además, «generaron una afectación al ecosistema de un lugar con un altísimo valor ambiental», agregó.