Según los expertos, dicha anomalía puede resultar peligrosa tanto para las madres como para los bebés.
Un pediatra canadiense reveló el caso más extraño de embarazo al descubrir que una paciente llevaba un feto en su hígado.
Ocurrió en 2012. La información llegó a un informe de la revista IRDR de ese año, pero ahora logró mayor difusión a partir de un video que grabó el médico Michael Narvey en redes sociales para dar más precisiones.
De acuerdo con el profesional, la mujer de 33 años llegó al centro médico, tras presentar sangrado menstrual durante dos semanas seguidas, después de 49 días desde su última regla.
«Pensé que lo había visto todo», afirmó Narvey, quien añadió sobre casos de ese tipo: «A veces, (al embarazo) los vemos en el abdomen, pero nunca en el hígado. Nunca vi algo así».
Entonces se procedió a hacerle un ecografía que reveló que había un bebé en su hígado.
Tenía una versión extremadamente rara de un embarazo ectópico, en el que «un óvulo fertilizado se implanta y crece fuera de la cavidad principal del útero», de acuerdo con los datos de la Clínica Mayo.
En otro video, el pediatra describió cómo en un embarazo ectópico normal, el óvulo fecundado «acaba atascado» en la trompa de Falopio, pero, en raras ocasiones, puede salir el óvulo e incrustarse en la pared abdominal.
Sin embargo, el caso de esta paciente era aún más raro, ya que el embrión «acabó viajando hasta el hígado, donde se implantó», señaló el médico.
Según los expertos, dicha anomalía puede resultar peligrosa tanto para las madres como para los bebés, ya que es poco probable el embrión pueda desarrollarse con éxito fuera del útero.
En este caso la paciente pudo sobrevivir, pero no su hijo.