La cantante explicó lo que hizo para salir de la depresión.
Karina La Princesita enfrentó a más de un periodista y de un artista en los medios, tiempo después de haber escuchado desde su casa las críticas que le hicieron, especialmente por su aspecto físico. Ese bullying, que también lo sentía desde las redes sociales, llevó a la cantante a caer en una depresión. “Yo sé que la vida me hizo perder el brillo en los ojos. Este año lo voy a recuperar”, escribió cuando terminaba el 2022, y explicó que “los ataques de ansiedad no se los deseo a nadie, sentís que te morís. No sabés qué hacer, no podés respirar. Qué maldad tienen algunas personas, no se entiende por qué tanto”.
También en redes sociales dijo: “Quiero abrazar a mi yo de ayer y decirle que no merecía todo lo que vivió”. Y luego en LAM manifestó: “Si vos tenés algo y no te controlás y te dejás estar, se torna en algo más grave. Con la salud mental es lo mismo, hay que ocuparse, porque si no te ocupás te puede llevar a una gran depresión. Yo claramente empecé todo esto porque vengo con una depresión de hace muchísimos años que la dejé de lado. De repente sos muy profesional y estás mal, pero te subís al escenario, tenés muchos shows, actividades laborales, y vas ‘todo bien, todo bien’. Pero cuando te bajás, tenés los mismos problemas. Por esa razón dejé de lado, no me ocupé en su momento y eso hizo que se vuelva cada vez más oscuro más negro. Ahora dije: ‘No quiero estar más así’”.
Durante una entrevista en LuzuTV, volvió a hablar del tema: “De grande me pasó lo del hate, que me digan ‘gorda de mierda’ hasta en los medios, cuando yo estaba en pareja con alguien muy importante. ‘¿Cómo se fijó en esta?’ Todo en base a mi cuerpo. Gente de la tele que los enfrenté a todos ya. Lloré mucho y me quería morir de tristeza, no me quería matar, me quería morir de tristeza”.
“Sufrí mucho, me aislaba, empezaba a temblar cada vez que yo me tenía que ir a cambiar y no sabía qué ponerme porque me sentía más insegura que nunca, y encima ver en televisión que me trataban de puta, así con esa palabra, de grasa, y de gorda. Me destruyó, y vos ante a destrucción, las adversidades y todo lo que pasa en tu vida tenés dos caminos, o hundirte o salir a flote. A mí siento que me tiró al agua y llegué al piso y salí para arriba y no me tira abajo nadie más. Pero tuve un proceso muy largo para que eso no me lastime”, contó.
“La (depresión) arrastré hasta hace poco, porque hay cosas que lo rozan y son cosas que no curaste, que no sanaste y te lleva a la depresión y ahora estoy haciendo terapia, psicólogo, psiquiatra, medicada, y le perdí un poco el miedo a esto de decir que estoy medicada. Porque vos decís que si vas al psiquiatra es porque estás loco, y la verdad que no, porque me ayudó a empezar a dormir porque había muchos días que no dormía, y los ataques de ansiedad bajaron, y ataques de pánico que nunca en mi vida había tenido y fue horrible, porque pensé que me agarraba un ACV que pensé que me moría”, agregó.
Desde 2012, la cantante comenzó con estos síntomas: “El cuerpo te va avisando la cabeza te dice ‘basta’ y tenés que ocuparte y se soluciona si tenés ganas”.