El avance de los trabajos de reconstrucción permitió retirar los andamios y la nueva aguja se puede, a casi cinco años del incendio que arrasó con el emblemático templo.
Los andamios que cubrían la Catedral de Notre Dame tras el incendio devastador de abril de 2019 están siendo retirados y, por primera vez, vuelve a ser visible la nueva aguja, adornada con un gallo dorado y una cruz, echando luz a la apariencia del edificio una vez completados los trabajos.
El propio presidente Emmanuel Macron subió en redes sociales dos imágenes que muestran la fachada central antes y después del retiro de los andamios, para proclamar el «orgullo francés». «Se levanta de nuevo hacia el cielo», expresó.
El descubrimiento de la aguja es un simbólico hito dentro de los trabajos de reconstrucción que aún no están concluidos, consignó la agencia DPA.
En ese sentido, la aguja de la flecha, reconstruida al idéntico de la diseñada en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet Le Duc -obra maestra en madera de roble macizo recubierto de una cubierta de plomo-, ya es visible, al igual que la corona, la cruz y el gallo.
«El desmontaje del andamio comenzó y continuará en los próximos meses. La flecha debería ser visible en el cielo de París para los Juegos Olímpicos», manifestaron desde la catedral a la agencia AFP. «El andamio, con un peso de 600 toneladas y compuesto de 70.000 piezas metálicas, culminaba a 100 metros de altura. Tenía 48 niveles, estrechamente conectados con la estructura», destacaron.
«Permitió el montaje de la flecha y de todas las piezas de roble macizo de la estructura, seguida de la colocación de la cubierta de plomo», con materiales originales elegidos y validados en 2020 por la Comisión Nacional del Patrimonio y la Arquitectura (CNPA).
El 15 de abril de 2019 el incendio que destruyó casi por completo el techo de la catedral hizo que se derrumbara la icónica aguja del edificio de Nuestra Señora, situado en la pequeña isla de Cité y rodeado por las aguas del río Sena.
La reapertura de la catedral está prevista para el próximo 8 de diciembre, con una ceremonia para la que Macron invitó al Papa Francisco.
La catedral de Notre Dame no estará por tanto abierta durante los Juegos Olímpicos que albergará París del 26 de julio al 11 de agosto, concluyeron.
Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París, que se erige como uno de los edificios más antiguos del estilo gótico de los que se tenga registro en la historia.