Los investigadores indicaron que en el lugar del hallazgo del cuerpo de Di Legge (47) se secuestraron ampollas de distintos analgésicos, ansiolíticos y opioides, como el fentanilo.
La enfermera encontrada muerta en su casa de González Catán, partido de La Matanza, murió a raíz de una «depresión respiratoria» y «no presentaba lesiones visibles», según se confirmó mediante la autopsia.
Los investigadores indicaron que en el lugar del hallazgo del cuerpo de Elizabeth Julia Di Legge (47) se secuestraron varias ampollas de distintos analgésicos, ansiolíticos y opioides, como el fentanilo.
Di Legge trabajaba en el Hospital Churruca porteño y convivía con sus tres hijos y su pareja, Silvio Eduardo Espíndola (44), en una casa en calles Larre y Conde, de esa localidad del sudoeste del conurbano.
Según las fuentes, la mujer había sido denunciada como desaparecida el sábado pasado por Espíndola, quien también trabaja como enfermero, por lo que personal policial realizó este lunes una inspección en la casa con un perro rastreador.
Durante el procedimiento, el perro señaló un galpón ubicado en el fondo del mismo predio, al cual ingresaron tras romper la puerta. Una vez en el interior, los policías hallaron el cadáver de la mujer que tenía colocada una sonda y una aguja de jeringa en su brazo, dijeron los informantes.
A simple vista, el cuerpo no presentaba lesiones, dato que fue confirmado por el informe preliminar de autopsia.
La situación de Espíndola es ahora el otro punto en cuestión. ya que quedó aprehendido por el delito de «homicidio agravado por el vínculo». Ante esta situación, la causa pasó al fiscal Federico Medone, de turno en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza.
El hallazgo del cuerpo se produjo horas después de que Espíndola diera una entrevista desde su propia casa y contara que dijo que el último contacto que había tenido con su mujer fue a las 10 del viernes último, a través de Whatsapp.
El hombre contó que Di Legge ingresaba a trabajar al Churruca después del mediodía y que solía viajar en el ferrocarril Belgrano Sur hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
«La noche anterior nosotros tuvimos una discusión, pero ni siquiera hubo gritos; fue una discusión que la tuvimos en la cama y después ambos nos dormimos», relató Espíndola y agregó: «Todo me indica que al otro día ella salió de casa a trabajar normalmente».
El hombre explicó que el viernes él entró a trabajar al mismo hospital por la mañana y que él la dejó durmiendo con sus hijos.
«Cumplí mi turno y recién a la noche me enteró que ella no fue a trabajar», contó el enfermero, quien recordó que la mujer le dejó una nota escrita a mano a su hijo más chico en el que la que decía «Me fui a trabajar».
A su vez, desde la Municipalidad de La Matanza también difundieron unas fotografías y datos personales de Di Legge a través de las redes sociales para pedir la colaboración de la ciudadanía en la búsqueda de la mujer.