Durante la primera jornada luego de los comicios llevados a cabo el domingo, el mercado bursátil porteño reflejó un escenario relativamente tranquilo, en el que la bolsa de valores retrocedió 2%, mientras los títulos públicos marcaron mejoras del 1%.
La primera jornada de negocios tras las elecciones legislativas concretadas durante la víspera, en la que la principal fuerza de oposición se impuso en líneas generales y donde el oficialismo mejoró su desempeño respecto al que tuvo en las PASO, reflejó en el mercado un escenario relativamente tranquilo, en el que la bolsa retrocedió 2%, mientras los títulos públicos marcaron mejoras del 1% y el nivel de riesgo país cayó más de 3%, perforando hacia abajo la barrera de los 1.700 puntos.
La bolsa porteña bajó este lunes 2,06%, afectado por el rendimiento de empresas del sector bancario y energético, en tanto las ADRs de empresas argentinas en Wall Street retrocedieron hasta 3,2%.
En la plaza porteña, las pérdidas de las firmas que conforman el panel líder fueron encabezadas por Edenor (-5,33%); Transener (-4,24%); Pampa Energía (-4,13%); YPF (-4,03%); y Banco Francés (-3,98%).
En sentido contrario, las alzas correspondieron a Cablevisión (3,81%); Central Puerto (1,52%); Mirgor (0,61%); BYMA (0,40%); y Aluar (0,24%).
En Nueva York, los papeles de compañías argentinas terminaron la sesión con mayoría de resultados en rojo, entre los que se destacaron Edenor (-3,2%); Banco Francés (-3%); Globant (-2,7%); Ternium (-1,7%); y Cresud (-1,6%).
Según los analistas, en las bajas de las ADRs influyó la caída de la cotización del dólar contado con liquidación libre.
Las subas, por su parte, correspondieron a los papeles de Central Puerto (4,9%); Mercadolibre (2,3%); Banco Supervielle (0,9%); y Telecom Argentina (0,6%).
En el mercado de deuda pública, los bonos en dólares marcaron mejoras de US$1 promedio a lo largo de toda la curva.
Por su parte, los títulos en pesos ajustables por CER avanzaron 1% en promedio a lo largo de la curva.
En este marco, el riesgo país retrocedió 3,7% hasta los 1.683 puntos básicos.
Consultado por Télam por el balance y expectativas del mercado post elecciones de medio término, el economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Nicolás Zeolla, dijo que la incertidumbre que existe en el frente externo «tiene orígenes financieros y estructurales».
«Entre lo financiero, tenemos al tope de razones: la velocidad y las características con que lograrán refinanciarse los vencimientos con el FMI, posteriormente como el oficialismo encarará el acuerdo interno para concurrir a esa negociación, y luego en las presiones de fondos de inversión que apuestan a una devaluación mediante suba del dólar financiero», enumeró el economista.
Zeolla dijo también que el país se encuentra en la época del año donde «estacionalmente hay menor cantidad de dólares y el crecimiento más acelerado registrado al cierre del año hace que se demanden más dólares para la producción».
«Todo ello presiona sobre reservas. El Gobierno tiene herramientas para administrar estas presiones en el poder de intervención del BCRA en los distintos dólares y las regulaciones cambiarias», afirmó.
En base a los números que maneja el economista jefe de FIDE, el tipo de cambio real está en niveles altos en términos históricos de los últimos 5 años y el balance comercial es superavitario, con lo que descartó la posibilidad de una devaluación.
«Suele otorgársele mucha importancia a los mercados financieros, más de la que tienen, se usa para fines políticos, especialmente el dólar blue», concluyó Zeolla.
Por su parte, Diego Martínez Burzaco, jefe de Investigación y Estrategia de la consultora Inviu, dijo a Télam que el mercado ya tenía «priceado» la tendencia de las elecciones generales, más allá de que «hubo ciertos matices, donde a nivel nacional la oposición estuvo mejor mientras que en la provincia de Buenos Aires el oficialismo recortó distancia».
Para Martínez Burzaco, el resultado final de las elecciones permitió «descomprimir» las expectativas previas de un resultado negativo para el Gobierno y esto hizo también que los bonos operaran mejor «por el mensaje de Alberto Fernández de que el Gobierno va a ir a buscar un acuerdo con el Fondo».
Al respecto, el jefe de Investigación y Estrategia de Inviu destacó que cerrar con el FMI «es positivo porque es condición necesaria pero no suficiente para encauzar el rumbo económico».
Por su parte, desde Epyca, la consultora que conduce Martín Kalos, dijeron a Télam que el mercado esperaba un golpe más duro para el Gobierno de parte del electorado.
«La remontada en Buenos Aires, aunque no alcanzó para triunfo, pareció alivianar las tensiones en el seno del Gobierno y con eso descomprimió un poco los rumores que se podrían haber generado el día después de las elecciones», aseguraron.
Más allá de esto, desde Epyca advirtieron que los activos argentinos se mostraron reticentes a la suba, con acciones que incluso cayeron fuertemente tras lo que parece ser una desarticulación en las aspiraciones de cambio rotundo de panorama económico.
«Los bonos sí se mostraron un poco más optimistas, en la medida de que el Gobierno dejó en firme su postura de querer reivindicarse con los acreedores externos del país, y llegar a un acuerdo con el FMI», concluyeron en Epyca.