Los preparativos para la final de la Copa Libertadores generaron críticas entre los simpatizantes, que cuestionaron la remoción de símbolos del club en su propio estadio.
El estadio Monumental, sede de la final de la Copa Libertadores 2024 entre Atlético Mineiro y Botafogo que se jugará este sábado, se convirtió en el centro de una intensa polémica luego de que la Conmebol interviniera para adaptarlo a los estándares de un escenario neutral.
Esta decisión incluyó la cobertura del escudo y nombre de River y la instalación de cartelería alusiva al certamen, generando una ola de críticas en redes sociales por parte de los hinchas millonarios.
La fachada del Monumental, ahora decorada con el lema “Conmebol Libertadores Buenos Aires Final 2024”, fue otro de los puntos modificados. Pese a la polémica, la institución de Núñez recibirá aproximadamente 2 millones de dólares como compensación por ceder su estadio para el evento.
En las redes sociales, los comentarios oscilaron entre la indignación y la resignación. Algunos fanáticos criticaron duramente la decisión de cubrir el escudo, calificándola como un acto que menoscaba la identidad del club, sobre todo luego de quedar eliminados en semifinales.
“Tapan el escudo como si la final no se jugara en nuestra casa”, expresó un usuario, mientras que otro afirmó que “esto es un insulto a la historia de River”. Otros reconocieron que la normativa estaba establecida de antemano, aunque admitieron que resulta doloroso para los simpatizantes.
Qué dice la normativa de Conmebol que justifica la intervención
La decisión de Conmebol responde a normativas claras estipuladas en el Manual de Clubes de la Copa Libertadores, donde se exige la remoción de elementos institucionales en estadios que oficien como sede de partidos definitivos.
Esta medida, que se habría aplicado incluso si River hubiera llegado a la final, fue motivo de debate entre los seguidores del club, que no ocultaron su malestar ante lo que consideran una falta de respeto.
Según la normativa oficial, la remoción de símbolos institucionales solo se aplica en estadios que no pertenecen a los equipos finalistas.
Aunque esta medida busca garantizar la neutralidad del escenario, no logró evitar el malestar en los hinchas, quienes ven en este episodio una culminación amarga de un año que consideran decepcionante.