La caída de la Ley Ómnibus desata tensiones: relación rota con gobernadores y dudas sobre su nuevo tratamiento

La reciente derrota en la Cámara de Diputados sobre la Ley Ómnibus generó fuertes tensiones y una incipiente crisis política en el oficialismo. Funcionarios cercanos al Presidente expresaron su molestia, mientras el líder de La Libertad Avanza, Oscar Zago, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, manifestaron públicamente su descontento.

La furia del presidente Milei en redes sociales resuena en la Casa Rosada, donde admiten que la derrota era una opción posible. Funcionarios de primera línea consideran que el proyecto de ley está «muerto» y ven inviable su regreso a comisión.

Ahora, se plantea la posibilidad de convocar a una consulta popular para exponer a los diputados que votaron en contra, aunque esta medida presenta desafíos legales.

El oficialismo asume que la falta de consensos y acuerdos sólidos llevó a la caída del proyecto. La estrategia de avanzar con la discusión sin tener los votos necesarios se reveló como un error, debilitando al Gobierno y generando tensiones con gobernadores aliados. Se señala a los legisladores que votaron en contra en una lista publicada por la Oficina del Presidente, provocando críticas desde la oposición.

El líder de La Libertad Avanza, Milei, se sintió traicionado y pidió retirar el proyecto tras la votación. Se señala a gobernadores aliados como responsables de la derrota, generando tensiones adicionales.

El bloque de gobernadores a los que les apuntan lo componen Martín Llaryora (Córdoba), Rolando Figueroa (Neuquén), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Saenz (Salta) y Carlos Sadir (Jujuy). Además, en la mira quedaron los legisladores radicales cercanos a Facundo Manes y los integrantes del bloque Hacemos Coalición Federal, que conduce Miguel Pichetto, aunque el rionegrino votó a favor del Gobierno.

La crisis política se manifiesta en una profunda evaluación interna sobre la estrategia y los errores cometidos. El futuro del proyecto de ley ómnibus queda en entredicho, mientras el oficialismo busca alternativas para recuperar la iniciativa política.