“Lo hice porque vino a atacarme”, fue la justificación de Juana Valeria Cisneros, una enfermera de 41 años acusada de haber matado de un disparo a su expareja, Mario Sebastián “Bebe” Herrera.
El fatal episodio ocurrió el pasado 30 de diciembre, cuando el hombre se presentó en la casa que antes compartía con su ex, ubicada en La Banda, Santiago del Estero. El motivo de la visita era hablar sobre el futuro de relación.
Según la información brindada por la Policía, Cisneros tomó un revólver calibre 22, que pertenecía a Herrera, y le disparó por la espalda. El hombre, de 35 años, aún tenía signos vitales cuando llegó la ambulancia. Si bien los médicos intentaron estabilizarlo, murió al poco tiempo.
Cisneros fue detenida y acusada de “homicidio calificado por el vínculo”. En su declaración ante la Fiscalía, la mujer argumentó que lo hizo como respuesta a una situación de extrema violencia, según informó el Diario Panorama.
“Lo hice porque ese día él fue directamente a matarme, como siempre. Él llegó cerca de las 12.45 aproximadamente, no quiero decir nada más”, fue la respuesta ante el interrogatorio de la fiscal María Ximena Jerez. Asimismo, decidió no contestar más preguntas hasta que le realizaran una revisión médica, dada la presencia de hematomas en los brazos.
El Ministerio Público Fiscal pidió una entrevista psicológica para Cisneros, que se hará en las próximas horas. Por otro lado, también ordenó que los hijos de la víctima, de 12 y 7 años, sean sometidos a una cámara Gesell, ya que estaban presentes el día del crimen.
Por ahora, la acusada se encuentra detenida en la Alcaldía de Mujeres.
La fiscalía sigue recopilando pruebas, y la resolución del caso estará condicionada por los informes periciales, los testimonios de los testigos y las declaraciones de los menores implicados.
La familia de Mario Herrera confía en que la Justicia actúe de acuerdo con los hechos, mientras que la defensa de Cisneros sostiene que ella actuó en legítima defensa después de sufrir años de violencia de género.