La directora de Ballet Salta se defendió tras la condena por abusar de su nieto: Nunca tuve un conflicto

La histórica directora del Ballet Salta, María Tondini de Jiménez , habló por primera vez después de recibir una condena de 10 años de prisión por el abuso sexual de su nieto, Emanuel Jiménez. En diálogo con El Tribuno, la artista de 73 años negó los hechos, cuestionó el proceso judicial y aseguró que apelará el fallo, que aún no está firme.

“Toda mi vida la he dedicado a los niños y jóvenes”, afirmó al inicio de la entrevista, buscando dejar en claro su trayectoria de más de cinco décadas al frente de espacios formativos.

“Mi conducta siempre fue recta”: cómo recibió la condena

Al ser consultada sobre el impacto del veredicto, Jiménez describió su trayectoria personal y profesional para justificar su postura: “Toda mi vida he tratado de tener una conducta recta… Jamás tuve un problema».

Recordó que durante 53 años dirigió una escuela, trabajó con adolescentes y alojó a bailarines, familiares y jóvenes en su casa. Para ella, el fallo contradice esa historia: “He cobijado a mucha gente muy joven. Nunca tuve un conflicto.”

Una historia familiar marcada por tensiones

Jiménez atribuyó el origen del conflicto a una mala relación con su nuera, madre de Emanuel: “Esta nuera jamás me quiso, siempre estuvo en competencia conmigo… Nace de ahí, con ese odio.”

Sostuvo que ese clima derivó en un distanciamiento y en distintas versiones sobre las visitas de los nietos: “Mi nieto dice que iba siempre, y mi nuera dice que no los dejaba ir casi nunca. Hubo muchas falencias en el juicio.”

Sobre Emanuel: apoyo económico, quiebre y denuncia

La directora del Ballet Salta relató que, cuando su nieto entró al Ballet de la Provincia en 2022, ella lo ayudó económicamente: “Yo lo banqué: el gimnasio, las clases… Cuando empezó a cobrar, le dije que tenía que colaborar.”

Según su testimonio, el vínculo se quebró cuando, en sus palabras, desapareció dinero de su casa: “Se me robó plata, mucha plata… Me quedé callada y le conté a mi marido.”

Aseguró que el distanciamiento coincidió con ese episodio y con un proyecto profesional frustrado: “Él decía que se iba al Ballet de La Plata. Yo le aconsejé que no renuncie”.

“No podía creer lo que decía”: su versión sobre las acusaciones

Jiménez negó cada acusación vertida en la causa: “Dijo cosas que no… Yo lo escuchaba y no podía creer lo que decía.”

También cuestionó los hechos mencionados respecto a viajes familiares: “En Mar del Plata estuvimos los cuatro en una habitación. ¿Cómo voy a abusar estando así?”

Para ella, el relato del juicio contradice sus recuerdos y la dinámica familiar: “Si voy a fijarme en un niño, en un nieto, eso es aberrante.”

La directora cuestionó la falta de testigos y el proceso judicial

Jiménez insistió en que la acusación carece de respaldo: “No hubo ningún testimonio… Nadie vio nada». También señaló que el juicio en Comodoro Py fue demasiado breve: “Fue rapidísimo. Duró un día.”

Afirmó que no declararon profesionales que la acompañaron ese año: “Faltó declarar mi psicóloga. Ella me derivó a una psiquiatra”.

La sentencia y la decisión de apelar

Aunque la condena aún no está firme, Marina Jiménez adelantó que su defensa ya trabaja en la apelación: “Exactamente, sí. No es efectiva todavía». Durante la entrevista, expresó dolor por la repercusión pública y por el impacto familiar: “Perdí a mi hijo, que es lo que más me duele.”

Según su relato, la denuncia habría provocado un quiebre irreversible en sus vínculos: “Mi nuera mandó a todos los medios… Envenenó a los nietos y a mi hijo.”