El actor estuvo de invitado en La Divina Noche de Dante y habló de todo: desde política hasta su vida personal.
Guillermo Francella dijo presente en La Divina Noche de Dante -ciclo que conduce Dante Gebel por El Trece- y compartió una profunda reflexión sobre la creciente polarización ideológica que afecta al mundo del espectáculo argentino. En un mano a mano con Dante Gebel, el actor expresó su preocupación por la «tensión generalizada» que se vive en el ambiente artístico, una atmósfera en la que, según él, cualquier comentario o postura puede ser malinterpretado, limitando la libertad de opinión y generando enfrentamientos innecesarios entre colegas.
En este sentido, Francella habló con nostalgia de los primeros años de su carrera, cuando podía compartir una comida con colegas de diferentes ideologías sin que surgieran asperezas que limar luego: “Yo era jovencito y al salir de estudiar teatro entraba a un restaurante y ahí me sentaba a comer con tipos de cualquier corriente ideológica y la vida seguía”, relató.
“Hay una crispación general que cualquier frase parece incorrecta, y con el advenimiento de las redes, cualquiera te puede insultar y ser protagonista de manera inmediata”, manifestó el reconocido actor, en tanto que reveló que, ante esta realidad, prefiere ser «austero y silencioso» en sus opiniones para evitar generar polémicas innecesarias.
Tras haberse visto en medio de la polémica por sus comentarios sobre el gobierno de Javier Milei a finales de marzo de este año, Francella resaltó los cuidados que toma al hablar en público: “Yo soy muy cuidadoso con lo que digo en las entrevistas; no podés decir cualquier cosa. No puede ser que no puedas opinar o que no estés de acuerdo con algo y no lo puedas expresar. Lo único que puedo hacer es ser más austero y callado. No debería ser así, espero que esto pase”, expresó con cierta molestia.
En medio de los rumores sobre una posible crisis con su esposa y con los ojos del público sobre él, el actor también habló de la presión de «ser Francella» y la expectativa de siempre estar de buen humor para sus seguidores: “Es una demanda externa porque siempre tenés que estar animado, enérgico, y a veces no te sentís así. A veces, en la vida, me dicen que sea más simpático, y yo me pregunto, ‘¿qué dije? Si solo estoy en silencio’. No sé qué decir, me quedo mudo”, explicó.