El campeón mundial con la Selección Argentina habló sobre su sanción por doping y el proceso de adaptación a su nueva realidad.
Alejandro “Papu” Gómez, recordado por su participación en la consagración de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera. En medio de su sanción por doping, reveló el impacto que esto tuvo en su vida y cómo está enfrentando la transformación de su identidad profesional.
En diálogo con el periodista Juan Pablo Varsky, el exdelantero de la selección confesó: “Estoy trabajando en aceptar que el personaje del ‘Papu’ Gómez está llegando a su fin, está dejando de existir y que ahora soy una persona común y corriente, un padre de familia. Estoy trabajando el ego, de apagarlo un poco y tratar de subsistir con ‘Alejandro’”.
El “Papu” expresó además su sensación de vacío tras su último gran logro futbolístico: “Pasé de ser campeón del mundo, a que hoy no me llame nadie, desaparecer del medio y no jugar más. Hay que saber convivir con eso… Ni cuando estás allá arriba sos el mejor, ni ahora sos el peor. Solo que hay que priorizar otras cosas”.
La sanción por doping, que lo mantendrá fuera de las canchas hasta mediados de 2025, evidentemente marcó un antes y un después en su destacada trayectoria.
La controversia comenzó cuando, tras un control antidoping durante el Mundial de Qatar, dio positivo por el consumo de terbutalina, una sustancia presente en un jarabe para la tos. Gómez explicó: “Me agarró un ataque de tos a mitad de la noche y le pedí a mi mujer que me dé jarabe. Estaba el de Milo, mi hijo más chico. Al otro día me voy a entrenar, había doping sorpresa y no informé sobre el jarabe”.
Pese a la difícil situación, el jugador mantiene su vínculo con el fútbol y está entrenando con El Renate, equipo de la Serie C italiana. Su objetivo es mantenerse en forma hasta que la sanción termine y poder evaluar su futuro. El Papu Gómez, quien alguna vez alcanzó la gloria mundial, ahora enfrenta su etapa más desafiante, en la que busca reinventarse tanto dentro como fuera del campo.