Pienso en la épica de 1951, en el coraje de la dirigencia política y social que llevó a la Provincialización de la Provincia “Presidente Perón” el 8 de agosto de 1951, sería conjuntamente con la sanción de la Constitución provincial obrera del mismo año, y la sanción de los derechos políticos de la mujeres de 1952, hitos que permanecerán en la memoria histórica de las luchas populares como sedimentos de conciencia de que siempre será posible, si las sociedades lo asumen, construir períodos históricos más igualitarios, más justos, más humanos. La provincialización del Chaco fu un proyecto que insumió décadas de lucha, de sacrificio, y de visión política para que las chaqueñas y chaqueños nos constituyéramos en sujetos de pleno derecho.
El territorio de lo que hoy es nuestra provincia había sido incorporado al modelo agroexportador con el que se organizaba la Nación Argentina de fines del siglo XIX a partir del exterminio y disciplinamiento de sus poblaciones originarias. La lógica del capitalismo instalándose en estas tierras, la lógica del despojo de recursos y de concepción utilitaria del ser humano, dominó los 70 años de nuestra vida como Territorio Nacional. Así, el desarrollo de sus potencialidades productivas, el desarrollo humano, vivía atado a los intereses de los grupos económicos extractivos que imponían sus políticas desde el Gobierno central.
En buena medida, eso explica por qué -cuando el Territorio cumplía, para 1920, con todos los requisitos establecidos por la Ley para ser provincializado- no se lograron los derechos políticos de sus habitantes sino hasta 1951. Contábamos con la población suficiente, nuestra actividad económica respaldaba nuestra autonomía, pero había intereses en juego.
Librados a su suerte, productores medianos y chicos, mano de obra indígena y criolla explotada o esclavizada, libraban sus luchas por la conquista de condiciones de vida dignas por separado, sin sentirse parte de una misma comunidad.
El largo proceso por la demanda de derechos políticos lo habrían de iniciar representantes de la sociedad civil, de distintas entidades, o de los partidos políticos con presencia en el territorio -UCR, socialismo, partidos vecinales- pero sin anclaje ni articulación en las mayorías populares. También la prensa jugó un rol importante y permanente en el reclamo por la provincialización. Publicaciones como El Colono, La Voz del Chaco, El Territorio y Estampa Chaqueña fueron nuestros voceros. Como en todo proceso histórico donde se conquistan derechos y se amplían las bases sociales de la democracia, la provincialización del Chaco –por entonces, la naciente orgullosa Provincia Presidente Perón–, pudo concretarse por la acción decisiva de los sectores trabajadores organizados, en alianza con la convicción y estratégica visión de Eva Perón. Porque la Provincialización de la Provincia Presidente Perón -el 8 de agosto de 1951-, se realizaría conjuntamente con la sanción de la Constitución provincial obrera del mismo año, y con la sanción de los derechos políticos de la mujeres de 1952.
A 71 años, aquel acontecimiento nos convoca nuevamente a pensar, a debatir, a imaginar la provincia que queremos. Vivimos un momento complejo, signado por urgencias económicas, un tiempo que se mueve al ritmo inestable que imponen las redes sociales, la ligereza de ciertas ideas, eso que llamamos vida moderna. Por eso mismo es un tiempo que demanda, a quienes tenemos esa responsabilidad, poner la mirada y los pies en la calle, en cada barrio; demanda que acompañemos, como suele decirse, desde el llano a las propuestas y alternativas que se impulsan desde el sentir popular, desde las necesidades de cada chaqueña y cada chaqueño. Es un tiempo que demanda sensibilidad política.
Apelar como nunca a la memoria de las luchas populares, que nos dice que siempre será posible -si las sociedades lo asumen- construir períodos históricos más igualitarios, más justos, más humanos.
*Diputada provincial