La joven, de 32 años, fue condenada por su participación en el poderoso cártel de Sinaloa que lideraba su marido.
Emma Coronel, esposa del capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue condenada este martes por la Justicia de Estados Unidos a tres años de prisión por su participación en el poderoso cártel de Sinaloa que lideraba su marido.
La exreina de la belleza, de 32 años, fue encontrada culpable de conspirar para traficar cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana.
Previo a conocerse la sentencia, la joven expresó su «más sincero arrepentimiento por cualquier daño que pueda haber causado», y afirmó sentirse «avergonzada».
«Hoy me duele mucho el sufrimiento que he causado a mi familia», aseguró la joven vestida de saco y pantalón de traje oscuro, y con el rostro parcialmente cubierto por una mascarilla negra.
Asimismo, rogó al juez que las gemelas de nueve años que tuvo con «El Chapo» no crezcan también sin su madre tras la cadena perpetua que el jefe narco, sentenciado en 2019, cumple en una prisión de alta seguridad en Colorado.
Coronel se casó con «El Chapo», 32 años mayor que ella, en 2007, cuando aún era una adolescente y tuvieron dos hijas gemelas, Emali Guadalupe y María Joaquina.
Luego de pronunciarse la condena, Coronel permaneció en silencio. La decisión del juez Rudolph Contreras, de la corte federal de Washington, se basó en el reconocimiento de que la acusada era una adolescente cuando se casó con Guzmán, y que además admitió su culpabilidad luego de su arresto en febrero de 2021.
Además de los 36 meses de detención, el tribunal dispuso que Coronel cumpla cuatro años de libertad supervisada, un año menos que lo que habían requerido los fiscales, así como el pago de 1,5 millones de dólares. Los nueve meses que lleva en prisión cerca de la capital estadounidense se descontarán de su pena.
La sentencia resulta menor a los cuatro años que solicitaba la fiscalía y se produce cinco meses después de que Coronel se declarara culpable de los tres cargos que se le imputaban: conspiración para distribuir drogas ilegales en Estados Unidos, conspiración para lavar dinero de narcóticos, y participación en transacciones financieras con una organización narcotraficante.
Coronel, de doble ciudadanía estadounidense y mexicana, fue arrestada el 22 de febrero último en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en las afueras de Washington, por presunta «complicidad» en el negocio de tráfico de drogas de su marido.
Desde entonces, la también sobrina de Ignacio Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, permanece detenida cerca de la capital estadounidense.