En medio del escándalo y las acusaciones por tráfico sexual, crimen organizado y trata de personas contra Sean Combs, conocido como Puff Daddy, se conoció que en 2006, el ex futbolista y entrenador inglés, Wayne Rooney, pagó150.000 dólares en 2006 por una noche de fiesta con él.
Hace unos días se conoció que 120 personas habrían presentado una serie de denuncias por agresión sexual contra Puff Diddy. Ahora se conoció un antiguo vídeo en el que se puede ver cómo Wayne Rooney ofreció 150.000 dólares por una noche organizada por Puff Daddy.
Rooney ganó una subasta benéfica de la Copa del Mundo en mayo de 2006 para pasar un fin de semana con Daddy en Nueva York. En ese momento, Daddy insistió en que dejaría huella en el futbolista y prometió que Rooney regresaría como un hombre cambiado.
En el video se ve cómo el rapero se sube al escenario de manera improvisada para unirse a Beckham, el anfitrión de un evento repleto de estrellas.
«Después de que él venga a Nueva York, probablemente seremos primos. Será una fiesta sin fin con muchas mujeres sexys», dijo entonces Daddy
En el video se ve cómo el rapero se sube al escenario de manera improvisada para unirse a Beckham, el anfitrión de un evento repleto de estrellas.
Daddy ofrecía varias opciones de subasta, como una sesión de estudio con él o una noche con él por Nueva York. Varios de los asistentes comenzaron a pujar, hasta que Wayne Rooney ofreció 150.000 dólares y salió ganador.
La causa contra Puff Daddy por tráfico y abuso sexual
Sean Diddy Combs se encuentra en prisión desde el 16 de septiembre en la celda del Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn. Está acusado de tráfico y abuso sexual, explotación y extorsión. 120 personas presentaron una denuncia colectiva en su contra, entre quienes se encuentra su ex novia, Cassandra Ventura. Al momento de los hechos, 25 de los denunciantes eran menores de edad.
Investigan la existencia de una red de explotación sexual que operaba tanto en sus residencias en los Hamptons (Los Ángeles) y Miami, como en lujosos hoteles.
Los fiscales han declarado que los encuentros en estas suites fueron «coercitivos y abusivos».