En su intento por desacreditar la versión del atentado a la vicepresidenta, la diputada santafesina replicó una imagen de un joven en un plenario de La Cámpora junto a Cristina pensando que era Fernando Sabag. Pero Ignacio Barbieri dijo que se trataba de él y ahora quiere demandarla
La irrupción de Amalia Granata en el escenario político fue desde el principio con un perfil muy combativo. Sus opiniones en contra del aborto, sus posturas de tinte conservador y su estilo frontal no tardaron en envolverla en disputas y polémicas. Como sea, fue consolidando su camino y se convirtió en diputada provincial en Santa Fe.
Esta semana esa exposición la llevo a niveles más altos todavía. Primero con las dudas que sembró sobre que realmente haya sido un atentado lo que sufrió la vicepresidenta Cristina Kirchner, lo que generó que un grupo de legisladores opositores haya planteado que deberían expulsarla de la Legislatura.
Ante esto, Amalia reaccionó en sus redes posteando en su instagram una captura del artículo 51 de la Constitución de Santa Fe que dice. «Ningún miembro de ambas cámaras puede ser acusado, perseguido o molestado por las opiniones o los votos que emita en el ejercicio de sus funciones.»
Hasta ahí su defensa de su libertad de expresión fue comprensible, y tuvo el apoyo de mucha gente, aunque otros insistían en que debió haber condenado el atentado como hicieron la mayoría de los dirigentes de la oposición o al menos esperar a que haya pruebas contundentes de que estuviera armado, si esa era su idea. Más críticas recibió cuando directamente amenazó a sus compañeros de recinto con divulgar aspectos de su vida privada, si se metían con ella. «No me busquen, porque miren que voy a empezar a hablar de todos sus chanchurrios, voy a empezar a hablar de sus amantes, miren que conozco todo lo que pasa… Sé todo en lo que andan, y voy a meterme no solo con sus amantes, también con sus familias, madres, hijos, con todos… No se olviden que además de diputada soy periodista e investigo lo que pasa ahí adentro…», afirmó.
Pero el peor desliz que cometió fue cuando se montó en una noticia falsa replicando en sus redes sociales la foto de un joven que -supuestamente- era Fernando Sabag Montiel, el acusado y detenido por el ataque a la vicepresidenta. La foto mostraba a un joven en un plenario de La Cámpora del año 2016 junto a Cristina. La imagen empezó a viralizarse en las redes como una prueba contra la versión del atentado pero no tardó en demostrarse que era una fake news. El muchacho era parecido pero había tatuajes que los diferenciaban y encima terminó apareciendo el verdadero protagonista de la foto.
«Desde hace 12hs no paro de recibir mensajes por parte de los trolls de Macri, Larreta, Grindetti y compañia que intentan convencer que el acto de odio que vimos todos en vivo y en directo es armado. Y para eso difunden fotos mías con Cristina del año 2016 ( yo tenía 18 años) en las que dicen que soy «el brasilero». No solo son gorilas sino que muy boludos, no tengo ni medio cm de parentesco, tatuajes distintos, alturas etc etc. Tiran una noticia de humo y se hacen eco todos sus trolls y sus seguidores que son bastante bastante flojitos de neuronas», escribió Ignacio Barbieri en su cuenta de Facebook, asumiendo la identidad del que estaba en la foto.