El futbolista, que forma parte del Barcelona y fue uno de los destacados de la Verdeamarela en la cita continental, realizó un profundo análisis.
Raphinha, uno de los jugadores más destacados del Barcelona, se convirtió en una de las figuras más influyentes en el fútbol europeo, especialmente después de su actuación en la última Copa América 2024. Aunque Brasil no logró estar a la altura, quedando eliminado prematuramente, el extremo se destacó con su rendimiento individual, siendo una de las pocas luces en el equipo dirigido por Fernando Diniz.
El nacido en Porto Alegre tuvo una carrera ascendente, pasando por clubes como Vitória Guimaraes, Sporting de Lisboa, Rennes y Leeds United, antes de llegar al Barcelona, donde demostró su calidad y compromiso. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas para el brasileño, quien recientemente reveló en una entrevista con RAC1 los difíciles momentos que ha atravesado desde su llegada al club catalán.
«Lo que más he tenido en este camino son motivos para dejar el fútbol de lado y seguir mi vida con mi mujer y mi hijo», confesó Raphinha, refiriéndose a los desafíos mentales que ha enfrentado en su carrera. «Es una profesión que cobra mucho mentalmente, te destruye. He tenido momentos en los que llegaba a casa y no sabía cómo podía despertar y venir a entrenar otra vez. Lloraba muchísimo».
El brasileño recordó especialmente los primeros seis meses en el conjunto culé como los más complicados de su carrera. A pesar de las expectativas, la adaptación al exigente entorno del club fue difícil tanto para él como para su familia.
«Después del Mundial, mejoré y pude acabar bien la temporada. Me quedé más tranquilo, pero el inicio fue bastante difícil. Mi adaptación al club costó. Sabía que lo tenía que hacer, pero no que sería tan difícil a nivel personal. Alguna vez pensé en salir. El Barcelona es un club gigante y es normal que cueste», explicó.
Asimismo, también habló sobre la importancia de la salud mental en el deporte, mencionando que ha recurrido al trabajo psicológico para lidiar con la presión: «El fútbol te destruye. Es muy fácil entrar en una depresión y dejarlo todo. Después de leer que te vas, que el club no cuenta contigo, de escuchar a la prensa hablar mal de vos, nunca me habría imaginado ser uno de los capitanes», señaló.
A pesar de los desafíos, Raphinha supo ser un jugador clave para el equipo culé, con 23 goles y 27 asistencias en 91 partidos oficiales. Su valor en el mercado está estimado en 50 millones de euros según Transfermarkt.