La Justicia de Salta está indagando sobre la posible venta de una niña recién nacida hacia una ciudad en Bolivia. Dos hermanos fueron arrestados e imputados por el crimen de supresión de estado civil, junto a la madre de la pequeña, aunque esta última fue posteriormente liberada.
La denuncia penal contra la madre de la beba y los dos hermanos (un varón y una mujer) fue promovida por la fiscal interina de la Sede Descentralizada de Orán, María del Carmen Núñez, y aprobada por el juez federal de Garantías de Orán, Gustavo Montoya.
El caso comenzó con la denuncia de Karina Segovia, gerente de Atención de las Personas del hospital San Vicente de Paul de la ciudad, quien afirmó que una beba nacida en el hospital había desaparecido. Según Segovia, la madre ingresó el 4 de agosto para dar a luz a su hija por cesárea.
Dos días después, madre e hija recibieron el alta, pero se asignó a un agente sanitario para visitar a la mujer y supervisar su recuperación y el estado de la beba.
El 7 de agosto, la agente de salud fue a la finca Abra El Sol, en el paraje El Sauzalito, pero solo encontró a la madre, quien afirmó que la niña había quedado internada en el hospital.
Sin embargo, al verificar con el hospital, se descubrió que esta afirmación era falsa y la beba no estaba allí. Esto provocó una alerta y la intervención de la Policía. Poco después, Segovia pudo hablar con la madre de la acusada, quien confirmó que la pequeña nunca había llegado a su casa.
Además, se descubrió que la sospechosa había proporcionado una segunda dirección al salir del hospital, por lo que la Policía se dirigió a esa ubicación, en el barrio 30 Viviendas de la localidad fronteriza de Aguas Blancas, donde vive otro de los imputados, pero no encontraron a nadie.
Fue el sábado cuando la Policía localizó al hombre, quien se comunicó con su hermana, la tercera acusada en el caso, que ya estaba en la ciudad boliviana de Bermejo. La mujer se presentó en la comisaría de Aguas Blancas y entregó a la beba. La pequeña fue examinada por personal médico, quienes confirmaron que estaba en buen estado, y quedó bajo la custodia de la Secretaría de la Niñez de la jurisdicción.
Una vez arrestados, los acusados solicitaron dar su declaración. La madre contó que conocía al hombre porque era amigo de su padre ya fallecido y que antes de dar a luz lo visitó porque su propia madre la había amenazado, ya que no quería otro niño en la casa, por lo que no sabía qué hacer con la beba. Ante esta situación, el segundo acusado le pidió a su hermana que se encargara de la pequeña.
Los dos hermanos afirmaron que actuaron de buena fe y que su objetivo siempre fue tramitar la adopción legal de la recién nacida.
La fiscal Núñez solicitó el secuestro y pericia de los celulares de los tres sospechosos y la prisión preventiva para los hermanos debido al riesgo de fuga, dado su cercanía a la frontera. También solicitó una orden de restricción para la madre.
Además, el juez enfatizó la necesidad de investigar a fondo el caso y declaró: «Aquí está en juego lo que podría ser una red internacional de trata, por lo que voy a imponer la medida de coerción más grave».