La investigación surgió a fines de mayo cuando la Justicia de Córdoba recibió una denuncia anónima.
La Justicia se encuentra investigando lo ocurrido el pasado viernes 17 de mayo cuando se produjo una ceremonia de “bautismo” de unos 35 paracaidistas que completaron su formación como soldados de la especialidad.
Este tipo de prácticas quedaron prohibidas por las autoridades de Defensa desde 2022, luego de la muerte del subteniente Matías Chirino por exceso de alcohol.
En esta ocasión se bautizó a los soldados provocando lesiones en más de 20 efectivos. Los mayores les arrojaron cal viva en la cara, junto a sidra.
Las secuelas que padecen los jóvenes soldados, comprometieron vías aéreas, tracto digestivo, ojos y tejidos dérmicos.
El hecho salió a la luz a fines de mayo, cuando el fiscal Maximiliano Hairabedian recibió una denuncia anónima donde el denunciante relató que un amigo sufrió daños con el apagado de la cal viva en su propio cuerpo.
Esto se ratificó cuando dos soldados víctimas declararon bajo estricto secreto.
Las consecuencias iniciaron cuando los soldados se lavaron la cara con agua lo que provocó una reacción severa de la cal.
En tanto, en los ojos, las lesiones pueden ser más fatales, existiendo la posibilidad de daño en la visión. Si la exposición es intensa, los tejidos pueden morir.
Respecto al sistema respiratorio, quien respira hidróxido de calcio sufre irritación en las vías aéreas, nariz, garganta y pulmones. Esto puede provocar falta de aire por un tiempo prolongado.