Habló Silvina, la pareja de Carlos R., el vecino conocido como el «justiciero correntino» por haber matado al ladrón que habría ingresado a su casa robarle y se burlaba de él. Ahora está con prisión domiciliaria
«Cambio completamente nuestra vida porque el sostén de mi familia era mi marido, ahora me toca a mí salir a las calles y a luchar por mi familia»
«Antes Él trabajaba todo el día, yo en la casa con los chicos, ocupándome de la escuela», recordó al lamentar el hecho que los llevó a esta situación y que tiene a su marido con prisión domiciliaria por haber matado a un hombre que le habría robado.
«Mi hijo de cuatro años, quedo mal. Delante de los chicos me destruyeron lo poco que me quedaba. Ellos saben, entienden bien lo que sucedió», contó sobre la situación de sus hijos de 4 y 8 años. Reveló que el menor se encuentra bajo asistencia psicológica tras lo sucedido.
«No conseguimos trabajo estable, no tener ninguna ayuda es difícil», remarcó Silvina, la mujer que sale todos los días a las calles a vender comida para que a su familia no les falte nada y para solventar los gastos del abogado que lleva adelante la defensa de su marido. «Me toca a mí ahora y no voy a bajar los brazos», remarcó.
Silvina reconoció que tiene miedo: «El miedo a esa gente que esa noche me corrieron de mi propia casa, miedo que se vieran desquitar conmigo. Siento Bronca porque están en la esquina como si nada, con el perjuicio que me hicieron», expresó.
«Mi mamá y papá están al cuidado de mis hijos para que pueda hacer mis cosas, los vecinos me ayudan con mercadería», contó al agradecer a todos los que la ayudan y no la dejan rendirse.
El hecho que cambió la vida
Carlos R. (pareja de Silvina G.) actuó por su cuenta y sin complicidad de un tercero, como sospechaban en un principio. Ponce sufrió el impacto de un balazo en el tórax delante de su amigo identificado como Martín David M. V., alias «Martincito», de 24 años, en la intersección de las calles Yugoslavia y Cerdeña, límite entre los barrios 17 de Agosto y San Marcelo.
Con el avance de la pesquisa trascendió la supuesta motivación de Roberto R. para disparar contra ambas personas que caminaban en la vía pública.
Presuntamente el comerciante fue víctima de un delito de robo contra su propiedad. De averiguaciones personales supo, o le dijeron, que los ladrones que entraron a su domicilio fueron Ponce y «Martincito».
El damnificado acudió a la comisaría, aportó datos que consiguió de forma extraoficial y no habría obtenido respuestas. Entonces, decidido a actuar por su cuenta y cobrar venganza, siguió los pasos de ambos sospechosos del ilícito hasta dar con ellos el miércoles a las 14.
Después de acercarse en su auto, bajó uno de los cristales y desde el asiento del conductor efectuó varias detonaciones.
Desde el 6 de abril, la justicia otorgó la prisión domiciliaria al «justiciero» que mató al ladrón.